La Manada Hale

XXII.- Decisiones

Stiles estuvo toda la tarde con los cachorros y la manada, estaba consintiendo mucho a todos, todos lo vieron como algo normal, el castaño tenía un instinto maternal increíble. Jordan veía raro a su hermano ero suponía que era más sensible por sus poderes y ser un zorro.

Cuando estaba anocheciendo los hermano Stilinski salieron de la casa sentándose en la entrada, ambos tenía una taza llena de chocolate caliente.

- Hace años que no teníamos una noche así de agradable, ¿recuerdas cuando veíamos las estrellas con la manada? - le preguntó Stiles sin apartar la mirada del cielo nocturno

- Si, solo éramos nosotros dos, el ruido de la manada me tranquilizaba, escuchar a los cachorros pelear o a papá discutir con Will, era lo mejor. Recuerdo que cuando era más pequeño me recostaba en tu regazo y disfrutaba de las caricias que dejabas en mi cabello. Solo recuerdo la risa de mamá, es lo único que me queda de ella pero no lo necesito, tú siempre estuviste conmigo cuidándome, solo necesito el recuerdo de tu voz y la calidez de tu mano - le dijo Jordan esbozando una sonrisa

Stiles colocó su brazo sobre los hombros de su hermano acercándolo a su cuerpo.

- Cuando naciste tenía solo ocho años pero estaba muy emocionado, recuerdo que fui al hospital y papá te tenía en sus brazos, eras hermoso, una pequeña bolita rosa con una ligera capa de pelito, me senté y te tuve en mis brazos, cuando acaricie tu mejilla tomaste mi dedo fuerte y no me soltabas, me regalaste una sonrisa, tu primera sonrisa fue para mí y yo estaba encantado. Desde ese momento me prometí que jamás dejaría que te ocurriera nada, estaría ahí para ti. Y ahí estuve, cuando naciste mamá fue envenenada, lo que causo que tuviera demencia, murió tres años después, me alegra que hayas sido un bebé; cuando enfermó no era seguro estar a su lado. Siempre preguntaste por la cicatriz que tengo en mi coda, la quemadura, fue mamá, en uno de sus ataques sus poderes se descontrolaron y me quemo, por eso te alejamos de ella. Quiero que sepas que a pesar de todo ella te amaba Jords, eras su pequeño cachorro, ojala hubieras pasado tiempo con ella, era una gran mujer, fuerte y de un gran corazón - soltó un suspiro - cuando mamá murió papá se encerró en su trabajo como druida de la manada, nos dejó solo, ni siquiera estuvo mientras crecías, cuando enfermabas no iba ni una sola vez a visitarte, no voy a mentirte lo odie por mucho tiempo, no podía creer que te hiciera eso, estaba furioso, eras su hijo y no te cuidaba, sí, él había perdido al amor de su vida pero nosotros también perdimos a nuestra madre, el padre de Will era quien nos cuidaba hasta que también murió, ahí fue donde reacciono y desde ahí no se separo de ti para ese entonces yo solo me centraba en Will. Me arrepiento de no haber pasado más tiempo con él pero el pasado está atrás, no hay nada que hacer - dijo Stiles esbozando una ligera sonrisa evitando que las lágrimas salieran de sus ojos y tratando de tragar el nudo que se había formado en su garganta

- ¿Por qué me dices esto Sti? Parece que te estuvieras despidiendo - dijo Jordan frunciendo el ceño

- No, solo creí que era tiempo de que lo supieras. Ahora tenemos una manada y tienes unos sobrinitos que dependen de ti además también son tus cuñados, es extraño pero ellos te necesitan ahora, eres su ejemplo a seguir. Tienes una responsabilidad, eras muy chico cuando perdimos a la manada y no tenias estas responsabilidades, ahora te toca cuidar de ellos, ser su escudo, enseñarles, no vas a ser perfecto porque nadie lo es, ellos deben aprender que está bien cometer errores, deben saber que siempre tendrán un apoyo en ti y en la manada. Solo siento que es momento que sepas todo esto, nunca es muy tarde para enseñarte algunos trucos para cuidar de una manada y de los cachorro - le dijo el mayor guiñándole un ojo

- Se que ahora tengo una responsabilidad, se ahora lo que es ser parte de una manda, la manada Hale es fuerte y debemos serlos, debemos de cuidarnos entre nosotros