—¿De verdad tienes que irte?
—Será solo por unas horas, volveré tan pronto que ni siquiera notarás que me fui— respondió Seokjin.
—Pues si querías que no lo notará no debiste de avisarme en primer lugar— se burló ella.
Seokjin se lo pensó por unos segundos.
—Ok, tomaré nota para la próxima— entrelazó sus dedos con los de ella y lentamente se acercó a su oído para susurrarle:— Te amo.
—Yo también te amo, Seokjin.
Él le sonrió para luego desaparecer ante la mirada de la joven. Aún no podía acostumbrarse a presenciar algo así, al igual que la sensación de escalofríos que recorría su cuerpo cada que Seokjin la tocaba.
Termino de guardar sus libros en su mochila y salió de su habitación para dirigirse a la universidad.
***
Por primera vez desde que se conocían, Seokjin le había mentido a su novia. Si bien era cierto que tenía asuntos importantes que tratar, no era a su sitio de trabajo, la Comisión, a dónde se dirigía. Se encontraba en una pequeña cafetería ubicada lo suficientemente lejos de la casa de su pareja, era en ese sitio donde acordó encontrarse con su superior Kim Namjoon.
Una parte de él se sentía realmente mal por ocultarle algo tan importante a la chica, pero no quería hablarle de un tema tan delicado sin tener la seguridad de que la idea que tenía en mente y por lo cual había estado trabajando las últimas semanas podría funcionar.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que apenas noto cuando Namjoon llegó.
—Buenos días, Seokjin— lo saludó, sentándose en la silla de enfrente.
—Hola Namjoon, que gusto verte— contestó Seokjin estrechando su mano.
—Por desgracia no creo que pueda decir lo mismo. No si continuas con la tonta idea de renunciar— dijo Namjoon.
—Lo siento mucho Namjoon, pero estoy convencido de hacerlo.
—Jin, por favor— suspiró Namjoon con fastidio—. Creo que no estas pensando bien en las consecuencias que esto traería a tu vida.
—Las conozco bien— Seokjin se cruzó de brazos—. Al renunciar a mi trabajo de guardián en la Comisión sería exiliado, perdería mi habilidad de teletransportación y el tiempo me afectaría de la misma forma que a los humanos, es decir que viviría como un mortal más.
—¡Exacto!— exclamó Namjoon—. No puedo creer que aún así estes dispuesto a renunciar, has trabajado con nosotros por muchísimos años y aún te quedan muchos más para que puedas disfrutar de tu juventud antes de tu retiro.
—No vale la pena si no la tengo a ella.
—Que terco eres— resopló Namjoon.
Estuvo a punto de añadir algo más pero fue interrumpido por uno de los meseros del lugar, quien se retiró después de tomarles la orden.
—¿Por qué es tan difícil para ti aceptar que estoy enamorado y que quiero quedarme al lado de ella?— preguntó un ofendido Seokjin—. Tú más que nadie deberías entenderme Nam, eres mi amigo.
A Seokjin le enojaba mucho la actitud que había tomado Namjoon al respecto, además de ser su jefe él era su mejor amigo y como bien lo había dicho tenían años de conocerse, sabían todo el uno del otro. Cuando Seokjin se dió cuenta que estaba enamorado de la humana que debía proteger acudió a su amigo para desahogarse, aún sabiendo que lo que sentía iba en contra de las reglas de la Comisión, porque confiaba en él. En un principio Namjoon le aconsejo que tratará de olvidarse de esos sentimientos porque eso era lo mejor y así lo creyó Seokjin, pero con el paso del tiempo su amor por la chica solo fue creciendo más y más. Era una ridiculez que a estas alturas su amigo siguiera negándose a darle su apoyo.
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A tu lado no hay días malos
Short Story"Cuando odio ser yo, cuando solo quiero desaparecer para siempre, abro una puerta y allí esta tu corazón"~ Magic Shop. Historia original.