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el alma de maia fue inocente y con pureza, nunca guardo odio o rencor en una persona, no importa sí tiene parecido con dudley, ella no odia a draco. quizás no lo hacía por su compasión hacia él, ya que el alma del rubio es mala como al mismo tiempo llena de vacío y soledad.
sin embargo, no era algo de lo que se preocupaba, debido a que los de primer año de gryffindor sólo compartían con los de slytherin clase de pociones, así que no tenía que encontrarse mucho con él.
al menos eso pensaba hasta que apareció una noticia en la sala común de gryffindor que los hizo protestar a todos. las lecciones de vuelo comenzarían el jueves y, tanto gryffindor como slytherin, aprenderían juntos.
──perfecto ──dijo con tono sombrío harry──. justo lo que siempre he deseado. hacer el ridículo sobre una escoba delante de malfoy.
su hermana no sabe que hacer, más que estar en silencio. su problema no era con malfoy, sino, con pansy parkinson, quién la molestaba con la única razón de divertirse.
──no sabes aún si vas a hacer un papelón ──dijo ron con razonamiento──. de todos modos, sé que malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.
todos los que procedían de una familia de magos hablaban sin parar de quidditch. estresando a maia, quién no sabia sí lo mejor que podía hacer era esconderse en algún lugar del castillo para no recibir esa lección o recibirla para no tener que confrontar algún castigo por escape.
sentía que el profesorado estaba pendiente de ella continuamente, o quizás era solo paranoia.
hermione granger parecía más nerviosa que maia o neville con el tema del vuelo, ya que eso era algo que no se podía aprender de memoria en los libros, apesar de haberlo intentado.
en el desayuno del jueves aburrió a todos con estúpidas notas sobre el vuelo que había encontrado en un libro de la biblioteca llamado: quidditch a través de los tiempos.
neville era el único pendiente de cada palabra, desesperado por encontrar algo que lo ayudará más tarde con su escoba. todos los demás se alegraron mucho cuando la lectura fue interrumpida por la llegada del correo.
un lechuzón entregó a neville un paquetito de parte de su abuela, lo abrió contento y les enseño una bola de cristal con el tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.
──¡es una recordadora! ──explicó──. la abuela sabe que olvido cosas y ésto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. miren, uno la sujeta así con fuerza y sí se vuelve roja... ──se puso pálido, por que la recordadora se tiño de un brillo escarlata──... es que has olvidado algo.
