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Las alarmas sonaban, los pasos y el uso de las armas de los tripulantes resonaban por los pasillos de la nave. Gritos de histeria y miedo podían escucharse en cada rincón. Sabían que estaban perdidos, uno de los tripulantes pedía ayuda, pero parecía que jamás sería contestada. Para su alivio su mensaje de auxilio fue escuchado.

—Soy Nqrse, tripulante de una nave comercial, nos están atacando estamos muriendo ¡Yo estoy muriendo!— gritaba desde la otra línea escuchó algo aproximarse —Por favor— trató de ser claro pero la comunicación se cortaba.

—¿Hola?¿Alguien?— oprimía los botones tratando de restaurar la comunicación perdida.

—¿Qué sucedió?— comentó un rubio quien llegaba para sentarse en su sitio correspondiente.

El joven de alado seguía presionando los botones con desesperación —Ocurrió una emergencia pero...— no despegaba la vista del monitor —Se perdió la comunicación... Trato de saber de que cuadrante provino.... Pero es tan  difícil— la presión aumentaba y eso complicaba las cosas.

—Hazte a un lado Silvana— lo empujó  un poco para tener espacio y rastrear la señal, hizo uso de su conocimiento y en unos cuantos segundos había encontrado la nave.

—Eres hábil Senra— se impresionaba de su habilidad algo que hacía sentir al rubio orgulloso de su trabajo —Hay que avisarle al jefe— salió a paso veloz, debían acudir y salvar a las posibles víctimas.

ℛɨᎮ昇

—Eso es lo que pasó...— esperaba una respuesta de su superior, el castaño lo pensó un poco y cerró los ojos meditando

—Avisa al primer escuadrón, será su misión— un asentimiento por parte de Silvana fue lo que obtuvo.

—En seguida comandante Luz— abandonó el lugar dejando meditar al joven de ojos violetas.

ℛɨᎮ昇

—¡Rápido!— los despertaba con rudeza —Tenemos una misión después de mucho tiempo— hablaba un azabache sin dejar de hacer ruido al tratar de equiparse.

—Soraru— le habló quejándose ante su entusiasmo un joven de cabellos blancos y ojos rojos —No nos despiertes así— recibió su uniforme de golpe por lo visto era el único que aún no se preparaba, sus compañeros, excepto el azabache de ojos azules, comenzaban a prepararse para su trabajo.

Bufó saliendo de la cómoda cama donde dormía, y con pesadez comenzó a vestirse.

ℛɨᎮ昇

Ya en la nave, los cuatro se dirigían a investigar lo sucedido, estaban preparados para lo que podrían encontrar.

—Sakata ¡deja de comer!— el ruido que salía de la boca del pelirrojo era estresante para el pequeño castaño, no era su culpa tenerlo detrás de él y más escuchar su forma de masticar.

—Ya cállate Mafu— trataba de pilotear de forma tranquila pero escuchar las palabras de ese albino lo comenzaban a hartar, hablando sobre la posible misión, sobre los integrantes que podrían salvar o incluso de lo difícil que fue ponerse su uniforme.

—Pero en serio Soraru esta tela me causa comezón en mi cuerpo— trataba de rascarse, sin notar la mirada de enojo por parte del azabache.

—Soraru— una mano en su hombro junto aquella voz lo tranquilizó —¿Podrías conducir más de prisa? Creo que ambos terminaríamos matando a esos dos— rió cómplice y juguetón con el chico de ojos esmeraldas.

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