La pelinegra se sentía bastante incómoda, se encontraba en el pasillo rodeada de los amigos de Sana, ella prácticamente la había arrastrado hacia ahí, la había obligado a tomar asiento cerca de ellos para no dejarla escapar y tener la oportunidad perfecta de presentarlos recién terminara la clase. No conocía a nadie ni de vista, debía admitir que eso le causaba mucha curiosidad y desconfianza al mismo tiempo, quería conocerlos pero sabía que no podía confiar en ellos, quería saber porque jamás los había visto antes caminar por los pasillos pero le daba miedo descubrir si serían como los demás.
Sana quería presentarle a sus amigos antes de que comenzara la clase, esperando que el profesor se tomara su tiempo para llegar, pero para su mala suerte él ya había llegado, así que tendría que esperar toda la hora para poder presentarlos, solo esperaba que la chica no se asustará o eso le diera tiempo de escabullirse al tocar el timbre.
Momo miró con atención a la chica que se encontraba a su lado, era una chica hermosa y por lo que podía notar tímida, sus facciones la hacían parecer una chica demasiado atractiva pero al mismo tiempo tenía algún toque angelical, un gran cabello rubio lacio que le llegaba hasta la cintura, sin duda era hermosa, hasta la forma tan torpe que tenía para responderle al profesor cada que le hacía una pregunta.
Desvió su atención a otro lado cuando se dio cuenta de que había pasado mucho tiempo mirando a la chica, había perdido la noción del tiempo. Miró de reojo a la rubia que se había dado cuenta de lo que estaba haciendo, automáticamente las mejillas de Momo ardieron en un rojo carmín y miró hacia el frente, fingiendo que estaba prestando atención a todo lo que estaba exponiendo el profesor, tratando de esquivar el hecho de que había sido pillada observando a la rubia. No podían culparla, jamás la había visto y solo quería conocerla, al final tendrían que ser amigas.
La clase para su sorpresa terminó más rápido de lo que se esperaba, el profesor se encargó de explicar el tema de lo más sencillo y veloz que podía, sin ningún tipo de rodeo. Les dejó unos ejemplos anotados en el pizarrón y dio por terminada la clase. Cosa que le hizo ponerse muy nerviosa, tenían mucho tiempo libre antes de que comenzará la otra clase y tenía claro que Sana aprovecharía este espacio para presentarle a sus amigos.
—Bueno... creo que ha llegando el momento de presentarlos.—mencionó la pelinaranja una vez los cinco chicos se encontraban reunidos en el pasillo, los dos chicos extremadamente juntos, pero nadie comentó sobre esto, ya que al parecer tenía que ser normal que no existiera espacio alguno entre ellos.—Chicos, ella es Momo.—la señaló, todos centraron su atención en ella, acto que hizo que se sonrojara un poco, jamás le había gustado que la miraran, se sentía expuesta.—Él, es Jeon JungKook.—apuntó con su dedo al chico de cabellos largos color negro azabache, de tez pálida, tenía unos grandes ojos oscuros muy bonitos, unos labios finos y un adorable lugar bajo de estos, se veía delgado ya que tenía una cintura final, pero sus brazos se veían mucho más trabajados, al igual que su pecho y unos muslos de infarto. Era un chico bastante alto para ella, había una diferencia más o menos de veinte centímetros.—Es mi mejor amigo y un idiota.—ella río y el chico solo rodó los ojos.
—Es un gusto conocerte bonita. Y no le hagas caso, está loca.—su voz era suave, tenía un tono tranquilo que lo hacía lucir como una persona tierna, pero cuando volvió a su rostro sereno y tierno, se veía mucho más intimidante, tampoco ayudaba mucho su vestimenta, ya que predominaba el color negro. La pelinegra solo sonrió nerviosa y sin saber que decir.
—Él es Kim TaeHyung, el mejor amigo de ese tonto y mi insoportable hermano, en teoría es mejor amigo de todos nosotros, pero prefiere a JungKook sobre nosotras, a ellos siempre los verás juntos, no pueden vivir sin el otro.—fijó su vista en él, un chico alto para ella pero más pequeño que el azabache, tenía una hermosa y brillante cabellera rojiza que lo hacía resaltar entre el resto de los chicos, unos divinos ojos grandes y verdosos, unos labios rosita pastel, también alcanzó a ver sus bonitos lunares, bajo sus ojitos, uno muy adorable en la punta de la nariz, uno en su mejilla y por último en su labio inferior. Era un chico realmente atractivo, parecía ser irreal, una obra de arte, él tenía algo especial, un aura que te obligaba a centrar tu atención en él.
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my darling sana minatozaki
FanfictionHirai Momo una chica con muchos problemas que se enamora de la chica nueva. Sana Minatozaki que se siente una gran curiosidad por la pelinegra. ▷Historia 100% mía. NO se permiten copias, ni adaptaciones SIN mi permiso. ▷Momo + Sana. ▷Shipps secunda...