Días de Otoño

Capitulo IV: Sin nombre, sin cara

Mi estado de salud decayó drásticamente desde aquella tarde, ahora no puedo permanecer tanto tiempo dormido, lo que era estar despierto un par de horas después de a ver despertado, ahora solo era a lo mucho una, sin mencionar que ahora despertaba después de días, a veces era 2 o 3 días, esta ves fue una semana entera. Mi memoria no ha sido la excepción, cada ves que permanezco dormido, lo único que sueño han sido mis recuerdos de mi pasado, pero a medida que lo olvido, mi mente se ha convertido en un limbo, una prisión, los rostros que veo ahora están difuminados, no los reconozco. 

***

Mi ultimo recuerdo. Me encuentro con mi padre, han pasado tantos años desde entonces, había olvidado  su vos, o como solía verse cuando aun era joven, me acostumbre a verlo con una barba frondosa y blanquecina, los años habían pasado sobre el, pero ahora, es todo diferente, la forma de llevarme en su espalda, cargarme y enseñarme, me llena de nostalgia, y a su ves un poco de tristeza. La primera ves que maneje el tractor arruine parte de los cultivos, y casi choco con el granero, podía ver a mi padre enfurecido, pensé que seria la ultima ves que me dejaría usarlo, peor no fue así, sucedió lo mismo cuando comencé a aprender acerca del negocio, las personas con quienes contábamos y ellos con nosotros, sus amigos, y mis amigos, puedo recordar el olor al alcohol de aquella fiesta con todos los que trabajábamos, apestaba en todo el lugar, pero me deje llevar aquella ves, puedo recordar como varios padres estaban afuera del granero enojados, sentí tanto miedo de que fuera a decirme mi padre. Pero solo me regaño aquella ves pero me abraso de una forma tan cálida, había olvidado lo que paso aquella ves, desde entonces no volví a tocar una cerveza. 

Volví a ver a mi padre llorar el día de mi boda, estaba tan alegre, me vio durante todos estos años crecer y madurar, incluso cuando comencé a trabajar con el a la par, nunca lo vi tan alegre. Ahora que vuelvo una ves mas a esto, ahora se porque tengo ciertas costumbres, jugar bajo la lluvia, levantarme a la primera señal de oler el dulce de calabaza que mi madre solía prepararnos a nosotros, ha sido tan maravilloso todo esto. 

Si tan solo pudiese disfrutar una ves mas ese delicioso néctar, y sentirme tan cálido...

***

Mi mente quedo en blanco, no había diferencia si cerraba los ojos o los tuviese abiertos, la obscuridad que podía sentir en ese momento era abrumador, y me arrastraba, tal ves a la muerte, no había nada mas que me importara, incluso el dolor en el pecho ya no lo podía sentir, todo estaba en calma, y no había nada mas que pudiese recordar, ni olvidar.  Ni siquiera yo, sabia quien era, ni mi nombre, ni que aspecto tenia antes de quedarme dormido. No quedaba nada. 

***

No te olvidare, no te olvidare, no lo are, lo prometo, nunca te olvidare. Fue lo ultimo que escuche, y no entendía que era, moriré sin siquiera saberlo.

Comencé a sentir algo que rodeaba mi cuello, pero al instante comenzó a sentirse tan cálido en el pecho, y en mi espalda, la tristeza e incertidumbre desaparecieron, una tenue luz que creí que había desaparecido esta frente a mi, para ser mas precisos, sobre las praderas, mientras el viento que sopla acaricia mi piel, y las hojas de los arboles, el pasto, un atardecer se alza sobre mi, una ves mas esas palabras comenzaban a sonar, pero esta ves, ella estaba ahí, mi amada, su rostro, sus ojos, la forma en como rodea sus brazos mi cuello; El final del verano, su vos tan suave, nos habíamos quedado dormidos aquella ves, feísmo desde la mañana a caminar, traíamos algo de comida, y al llegar a un frondoso árbol que desde lejos parecía que rasgaba el mismísimo cielo, decidimos pasar un rato ahí para descansar y comer, ella se recostó sobre el árbol, observando la vista tan maravillosa que se asomaba desde esa posición, me recosté sobre su regazo, mientras ella me abrasaba por la espalda, antes de quedarme dormido, ella menciono que nunca lo olvidara, ni a ella, ni a su amor. Se lo prometí, y comprendí por que me dolía tanto el pecho. 

Tome su mejilla mientras aun dormía, "no te e olvidado amor mío". En mi mente, apareció toda mi vida una ves mas, como si me aventaran de mis propios sueños a la realidad, me transportaron a todo lo que había olvidado, a todo lo que había vivido. Mi vista no estaba borrosa, pude ver que era un atardecer semejante al que viví con mi amada esposa. 

Me alegre al recordar todo, al poder verlos una ves mas. "No te e olvidado amor mío", ella sonrió, mis hijos que estaban cabeceando en sus sillas despertaron al ver a su madre llorando, pero esta ves de alegría, " e vuelto, perdonen me por tardar tanto", rieron mientras apenas aguantaban las lagrimas. 

Ese fue mi ultimo atardecer. Mi ultima despedida, y mi ultima sonrisa que pude brindarles. 

***

Bueno, esto ha sido todo por esta pequeña historia, espero la hayan disfrutado, y espero poder escribir historias nuevas y fantásticas pronto, con mas capítulos, mas contenido. Si les agrado compártanlo, se los agradeceré mucho, además si gustan dejar un comentario, de que les gustaría que escribiera lo tomare en cuenta para mi siguiente historia. Gracias una ves mas y hasta la próxima historia.