Buscando a mi Padre [Omegaverse]

#9

El rubio no entendía nada.

—¿Porque me hablas a mi? Habla directamente con Yuuri, ya no quiero meterme en sus problemas, sería demasiado estres para mi

—Tu eres el más cercano que tengo a Yuuri —el rubio iba a hablar —Que no quiere asesinarme

—Lo arruinaste feo, no se que puedo hacer yo. Simplemente desearte buena suerte

—Bueno, no quiero estresarte más, le hará daño a tus niños

—Lo único que te diré, se paciente, y trata de que esa bruja no te encuentre con él si realmente vas en serio nuevamente, pero si sólo quieres amistarte, no hagas nada —fue el sutil consejo que recibió

(...)

—¡Mamá! —el niño se alegro al ver que su madre finalmente estaba de vuelta —Oh mami, aún hueles a feromonas —se sentía a gusto con el aroma de su madre

—¿Que tal lo pasaste? —consultó el moreno

—Fue muy duro, sinceramente, mi cuerpo reaccionó mucho al ver y oler levemente a Víctor, y bueno, fue más doloroso de lo usual, incluso mi omega interno empezó a gritar su nombre. Aunque, era algo que iba a pasar, no me acosté con nadie más que el, así que...

—Deberías buscar a otras personas si es demasiado para ti

—No, mi mente debe estar enfocada en mi hijo, nada más —miro a su pequeño el cual estaba emocionado de volver a entrenar —Además quiero volver a casa lo más rápido posible

(...)

—¿Y que tal el entrenamiento con tu padre? —preguntó algo curioso el nipón a su pequeño, se había enterado que el alfa había estado con su hijo. Ahora mismo se dirigían a la pista a entrenar después de días.

—Si te dijera. El señor Yuri también quiso ayudar y ambos no se decidían, sinceramente, me estreso mucho. No me gustó y preferí esperarte —le confesó a su mamá —Pensé que estar con mi padre me haría feliz, pero no.

—¿En serio? Pensé que esto se lo tomaría más enserio, que decepcionante

—¡Es muy infantil! ¡Y el señor Yuri que le seguía el juego! —se quejó

—Ya calmate, yo estoy aquí, conmigo entrenaras de manera segura —le sonrió amablemente y el menor Lo abrazo

—¡Mamá! —escondió su rostro en el cuerpo del menor —¡Prometo dar mi mejor esfuerzo!

—Cariño —rió con ternura —Se que ambos daremos lo mejor

(...)

Cuando llegaron, se encontraron con cierta persona, la cual, ninguno de ellos pensó que llegaría... Por lo menos no hoy.

—¡Vitya, Yuuri! —gritó el platinado sonriendo, se empezó a acercar a ellos.

—Oh no —el nipón puso un rostro serio y sintió escalofríos en su cuerpo.

—Mamá, ¿Qué está haciendo aquí? —preguntó confundido

—Eso quisiera saber...

El mayor se acercó y miro a ambos.

—Pensé que llegarían más tarde, pero,  supongo que ya tienes el hábito de madrugar, ¿no Yuuri? —le dijo el alfa y el nipón se molestó un poco.

—Al tener un hijo, me hice responsable, eso es todo —contestó muy serio.

—¿Vas a interrumpir el entrenamiento con mi mamá también? —le consultó el niño algo fastidiado.