WangXian Stories

Mi esposo

"Wei Ying, eres mi esposo" esas fueron las dulces palabras del Segundo Jade hace exactamente 10 años, los años que llevaban de casados.

"Lan Zhan, eres mi esposo" respondió Wei WuXian con una enorme sonrisa.

"Feliz décimo aniversario" se dijeron mutuamente, ambos se encontraban en Gusu, aquellas prendas blancas y esa cinta en su frente eran la prueba de que Wei WuXian era formalmente parte del Clan Lan, desde hace cinco años en los que Lan WangJi se hizo cargo del Clan a causa de que su hermano renunciara al puesto.

Wei Ying... No, Lan Ying era reconocido como la pareja del Líder del Clan, y en estos momentos ambos se encontraban regresando de una junta en otra secta, sus manos entrelazadas y aquella sonrisa demostraban la felicidad de aquel matrimonio y cuando pasaron por la zona donde se encontraban sus conejos comenzaron a felicitarse mutuamente por los años compartidos.

"Lan Zhan, te debo todo lo que soy, eres la razón por la cuál estoy vivo" le dijo el ojigris antes de depositar un beso en los labios del más alto.

"Lan Ying, sin ti yo no tendría motivos para seguir viviendo" le respondió con aquel tono neutral de siempre pero que transmitía mucho cuando sus ojos se encontraban.

"Adoro como me queda tu apellido" las insinuaciones no se hicieron de esperar y con una sonrisa comenzó a coquetearle a su esposo. "Líder de Secta Lan, estoy en falta le pido por favor que me castigue" fue lo que dijo.

"¿Mn?" sin importar cuanto tiempo pasara algo era muy claro, Lan WangJi seguía siendo un hombre de pocas palabras.

"Está en las reglas no tener pensamientos impuros y yo en estos momentos estoy teniendo pensamientos impuros con usted amarrándome y siendo insaciable. Le pido por favor disciplina." y sin importar cuánto tiempo pase Lan WangJi siempre caería en las provocaciones de la persona que ama.

"Mn" afirmó ante aquella petición y le retiró la cinta a su esposo para amarrar sus manos.

Entonces se quitó la propia para privar a su esposo de la vista y una vez listo lo encaminó al Jingshi.

"Líder de Secta Lan, ¿a dónde me lleva?" se escuchó la voz de su esposo y segundo al mando.

"Silencio" le ordenó.

Los pasos del Segundo Jade eran lo más rápido que las reglas le permitían y su cuerpo temblaba de anticipación.

El deseo corría por todo su cuerpo, sus manos picaba de ansiedad y su ritmo cardiaco aceleraba con el pasar de los segundos, algo era claro, el segundo Jade jamás se cansaría de su esposo. Siempre travieso, siempre alegre, siempre suyo.

Una vez que ambos llegaron al Jingshi Lan WangJi le quitó las prendas inferiores a Lan WuXian, él se sentó en la cama que compartían y colocó el cuerpo de Lan WuXian de tal modo que podía castigarlo de una forma cómoda.

"Líder..." y el ojigris no pudo continuar porque sintió aquella mano golpear una de sus nalgas; luego llegó una caricia suave y seguido de otro golpe. "Líder ruego su perdón." fue la oración que pudo decir luego de sentir un par de golpes más pero sin importar cuánto rogara sus plegarias no eran escuchadas, los ruegos pronto se volvieron gemidos por parte del ojigris, su excitación era tanta que el Jade podía sentir la erección de su esposo.

Cuando el Jade se detuvo puso a su esposo de rodillas frente a la cama y a pesar de que el otro estaba privado de la vista supo inmediatamente que debía hacer.

Lan WangJi se quitó la ropa en su totalidad y cuando volvió a sentarse. Entonces Lan WuXian se acercó para comenzar a lamer toda la extensión de su esposo, le gustaba probar a su esposo, sentir lo caliente, la textura, la dureza de Lan WangJi era un placer sin límites. Pronto comenzó a meterlo en su totalidad a su boca, subía y bajaba, primero de forma lenta y tranquila hasta llegar a un ritmo rápido. Chupaba hasta llegar a lo más profundo de su garganta y no se detendría hasta sentir que su esposo estaba satisfecho, no pasó mucho cuando sintió temblores en el cuerpo del Jade avisando que estaba llegando al límite. Su garganta recibió aquel líquido y tragó antes de retirarse.

"¿Estás bien?" preguntó el Jade a su esposo.

"Estoy bien" aseguró antes de levantarse, el Jade le quitó la cinta de los ojos y sus manos tomaron la cintura del ojigris para traerlo a él. Se miraron una fracción de segundo antes de besarse. Las manos del Jade rompieron la ropa superior de su esposo y sus labios comenzaron a bajar, primero dejó besos y mordidas en el cuello, una vez satisfecho bajó al pecho hasta llegar a la pelvis. "Lan Zhan, por favor" suplicó y el Jade no lo hizo esperar más.

Lo recostó en la cama y llevó tres dedos a la boca de su esposo, este sin dudarlo comenzó a chuparlos.

Sin importar que tan desesperados estén una cosa es segura, Lan WangJi no iba a lastimar a su esposo.

Cuando retiró los dedos sus labios volvieron a unirse con los de Lan WuXian, mientras compartían besos un dedo fue introduciéndose en el cuerpo del ojigris.

Los minutos pasaron y tres dedos ya se encontraban dentro del mayor.

"Lan Zhan, Lan Zhan" pedía por su esposo, por saciar su calor. El Jade comenzó a introducirse de forma lenta, cuando finalmente estuvo dentro fue entrando y saliendo de forma tranquila, profundo, lento, placentero.

El ritmo fue cambiando conforme los gemidos del ojigris aumentaban. Un ritmo salvaje, los gritos de placer del mayor y los sonidos ahogados de Lan WangJi era lo único que sonaba en aquella zona.

"A-Ying, te amo" fue la declaración del Jade antes de atrapar a su esposo en un beso demandante.

La respiración pesada, las fuertes embestidas y el calor del ambiente fue el primer indicio de que el acto estaba en su punto crítico.

"Lan Zhan, te amo" respondió a la declaración.

Una última estocada y ambos se dejaron consumir en el placer; primero se acostaron juntos y Lan WangJi le quitó la cinta de las manos a su esposo. Le besó los nudillos y finalmente el anillo que llevaba en su mano izquierda, gesto que sólo causó ternura en el mayor.

"Lan Ying, gracias por volver" el Jade depositó un beso en los labios del mayor y continuó. "Por escogerme"

El ojigris no pudo con tanto sentimiento y envolvió a su esposo en un abrazo.

"Lan Zhan, gracias por no rendirte conmigo." una sonrisa acompañó esa declaración y ambos dieron tregua, sólo comenzaron a besarse una y otra y otra vez.

Porque al final estaban juntos y era lo único que importaba.