WangXian Stories

12 años después de la muerte de Wei WuXian

Estaba terminando de atender unos asuntos sobre rumores de rituales de cultivo demoníaco con la esperanza de encontrarlo a él pero nuevamente no tuve ningún éxito, sólo vi imitadores queriendo ser el nuevo Patriarca Yiling pero nadie jamás estará a tu altura, Wei Ying.

En lo más alto de una montana quise preguntarle a las almas por ti, tomé un lugar para sentarme y comencé a tocar las mismas notas que llevaba tocando desde tu muerte.

Cierro los ojos para concentrarme, el viento acaricia mi rostro y cuando alguien contesta a mi llamado me sorprendo de ver algo conectado a mi guqin, todo parece ser una mala broma, entonces toco la primera pregunta: ¿cómo te llamas?

Y obtuve una respuesta.

¿Cómo moriste? Y seguidamente otra respuesta mientras esa cosa me miraba antes de responder.

¿Qué eres?

Una sonrisa se extendió por su rostro y sonrió.

"Un alma" escuché a través de las cuerdas de WangJi.

Los días fueron pasando y ahora por extrañas razones, podía ver el alma de las personas que interrogaba con mi guqin.

Pero nadie pudo ayudarme, nadie nunca lo había visto.

Finalmente volví a Gusu, el líder de Secta Nie se encontraba con mi hermano así que no fui a avisarle que había llegado, en su lugar fui a la primavera fría.

Necesitaba dejar de sentir por unos momentos, otro intento más en donde sólo había fracaso.

Antes de retirar mi ropa para sumergirme en el agua fría, saqué a WangJi y con calma comencé a tocar Inquiry. Las notas eran fluidas, claras y suaves.

Unas lágrimas se deslizan por mis ojos y es que no encuentro consuelo desde que te fuiste de este mundo, Wei Ying, el mundo ya no tiene sonrisas bonitas, ya no puedo escuchar tu risa, ver tus preciosos ojos plateados.

Extraño que estuvieras a mi lado a pesar de alejarte, extraño que rompas las reglas de mi hogar, extraño tu voz llamando mi nombre.

¿Era acaso tan complicado decirte que te amo?

"No llores"

Un alma cálida respondió a mi llamado pero debido a las lágrimas no levanté mi rostro.

Me sentía frustrado, cansado de buscar, me sentía vacío.

"Por favor, no llores" me repitió aquella alma y cuando por fin levanté el rostro una figura muy conocida se presentó ante mí.

Eras tú, de verdad, eres tú.

"¿Wei Ying?" pregunté.

"Sí, ese es mi nombre" me respondió.

"¿Sabes quién soy?" volví a preguntar cuando salí de la impresión.

"Sí, eres HanGuang-Jun, mi compañero de cultivo" cuando me dijo eso no pude evitar querer tomar aquella mano que se deslizaba por mi guqin, quería sentir que era real, que era mi persona amada pero eso no ocurrió.

Cuando intenté tocarlo la zona simplemente desapareció.

"¿Por qué no habías respondido a mi llamado ante" pregunté con incertidumbre.

"No lo sé." respondió. "Acabo de despertar de un largo sueño por la melodía que acabas de interpretar" completó.

"¿Dónde has estado? ¿Dónde está tu cuerpo?"

"No lo sé, realmente no lo sé" me respondió con esa sonrisa compasiva que siempre ha tenido, como había extrañado ver aquella hermosa sonrisa.

Estuve haciendo muchas preguntas, durante un par de horas hasta que él me detuvo.

"Tus dedos están sangrando" avisó con una melodía suave. "Debes dejarme ir"

"No importa si estas manos se destruyen, no quiero volver a perderte." le respondí. "Te busqué por 12 años, quiero estar contigo, encontrar una forma de que no vuelvas a dejarme.

"Lan Zhan..." tocó las cuerdas sin apartar sus ojos de los míos. "No te hagas más daño, voy a responder, te lo prometo." pero no quería creer en sus palabras hasta que luego de un día me quedé sin fuerzas y caí dormido. "Lan Zhan, sigue adelante" fue lo último que escuché.

Y cuando el tiempo pasó y volví a despertar, tu ya te habías ido. Ahora, nuevamente voy a buscarte, no me importa si me toma otros doce años más.