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"¡ERES UN FRACASO JUNG HOSEOK!" El fuerte grito de su madre al otro lado de la pista hace que todo su rostro se ponga de color rojizo porque sabe que los demás patinadores la escucharon. Ella se encuentra de brazos cruzados fumando un cigarrillo al mismo tiempo que observa con una mirada muy desaprobatoria como falla en su triple axel.

Su madre es una mujer que en su juventud tuvo muchos sueños de grandeza, pero por desgracia la pobreza se encargó de ir matando a cada uno de ellos. Sin embargo, cuando una puerta se cierra una ventana queda abierta, ella vio la posibilidad de cumplir sus sueños en su único hijo; Hoseok.

Comenzó a patinar cuando tenía 3 años, lo hacía en el lago congelado que daba al patio de su humilde casa, solo podía practicar aquellos días de invierno donde las temperaturas eran lo suficientemente bajas como para formar una gruesa capa de hielo, siempre poseyó una maravillosa destreza, un don con el que pocos nacen, por ello su madre lo comparaba con grandes estrellas del deporte, desde jugadores de futbol hasta corredores. Lástima que la situación de admiración por su hijo llego hasta el borde de la violencia física y emocional, forzando sus limites fisicos y mentales más allá de lo sano.

Ella quería que él fuese el mejor.

"Tus piernas están muy rígidas y tu postura fuera de ángulo..." al pasar deslizandose metros frente a ella su voz se escucha en un tono mas bajo pero de igual forma agresiva. "Has engordado y esos kilos de más ESTÁN EN TU MALDITO TRASERO, HOSEOK" nuevamente los comentarios desubicados lo llevan a alejarse tratando de perderse entre todos los practicantes.

Las botas le lastiman los pies porque ya están muy viejas, le duelen los hombros y su cuerpo está congelado debido al frío del lugar. Tiene pocas prendas abrigadas debido a que su madre dice que no debe gastarlas.

1... 2... 3...
Izquierdo, derecho e izquierdo...

Con sus brazos se impulsa hacia arriba, flexionando sus rodillas lo justo y necesario para tomar la altura ideal, los musculos de su espalda y abdomen se tensan cuando se fuerza a girar sobre si mismo no uno, no dos sino tres malditas veces, sus ojos permanecer cerrados, su cerebro parece moverse unos centimetros dentro de su cráneo por la inercia, shak, las cuchillas de sus botas rompen y raspan una milimetrica capa el hielo al volver a tener contacto con el. El ángulo de caida es perfecto, una joya de la física, un hecho que desafía las probabilidades y le da en la cara a cualquier matemático que se atreva a decir que es imposible.

Milesimas de segundos después el peso de todo su cuerpo comienza a decaer sobre sus tobillos y rodillas, sus tendones se tensan listos para lo que venga, sigue deslizandose atravesando una gran extensión de pista, su torso toma posición justo en el medio de su centro de apoyo, estabilizandolo al instante. Para cuando abre sus ojos ya se encuentra tranquilamente seguro, ese ha sido un perfecto triple axel.

Suspira de alivio y sonrie suavemente cuando los demás presentes lo aplauden impresionados por lo que no han visto hacer a nadie más que no sea Jung Hoseok, en las olimpiadas nadie jamás lo ha logrado pero el humilde adolescente de Corea del Sur lo domina como si de cualquier otro truco se tratase.

"Lo hiciste a la cuarta, necesito que puedas lograrlo a la primera y en cualquier momento... sino no me sirves" su madre suena convencida por el momento, pero sigue siendo absurdo que lo fuerce a tanto cuando ni siquiera un tiene manager que lo apoye en su carrera.

"Lo haré perfecto la próxima, mamá" con una reverencia susurra lleno de miedo. Las cinco de la tarde se marcan en el viejo reloj de la instalación, es hora de ir a casa, con dificultad de equulibrio y sin ayuda de su progenitora se acerca a los vestidores para cambiarse de ropas, está totalmente sudado y exponerse de esa manera la clima helado podrían provocarle un resfriado, resfriado que lo tendría fuera de practica unos días, no puede permitirselo.

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Wow.

Cuando su padre mencionó que el joven Jung es bueno patinando jamás imaginó que tuviese tal destreza.
No lo malinterpreten, ningún hombre jamás ha patinado en aquella pista mas que no haya sido para conquistar a una pareja, nunca vio a uno entrenar para competir, ni tampoco entrenar aquellas coreografías tan femeninas y alegres, con canciones de rock y disco, ignorando las baladas de musica clasica que las demás patinadoras usan en sus números.

Desde la otra punta del lugar, con su limpiavidrios en mano observa como va a abandonado el lugar, su madre lo espera, todos saben que ella es una mujer con mucho temperamento y poca tolerancia.

La duda de la curiosidad le pica en el cuerpo al ver como tambalea sobre los patines intentando llegar a vestidores y decide acercarse rápidamente para ayudarlo sin embargo la mujer mayor entra en escena otra vez.
Le tira una mirada de desprecio, Tae no entiende bien el porque pero supone es por su "lugar en el trabajo", ella tiende a ser discriminadora con quienes piensa son inferiores, lo ha hecho con su primo Kim que trabaja en la tintorería y también con Lisa, niñera.
Ella puede creerce superior pero por lo menos él tiene un trabajo y no vive de subsidios del estado.

"Y-yo quería saber si necesitas ayuda..." aparta la vista de la mujer y dirige su atención al delgado y esbelto cuerpo de  una vez que lo tiene a pocos metros, es muy apuesto, a pesar de sus profundas ojeras y sus ojos cansinos desprende una luz que lo hace llamativo.

Lo que prosigue es una enorme sonrisa llena de perlas blancas y en perfecto orden, parecen un faro en la oscura noche tormentosa, Taehyung teme olvidarse de esa imagen si no vuelve a verla todos los días, necesita verla.
Hoseok levanta su mano en forma despreocupada restandole importancia.

"Grac-"

"Claro que no, él está perfecto. Nació en patines, no necesita de tu ayuda, niño" ella lo intrerrumpe tomandolo del brazo y tironeandolo lejos de él, la sonrisa pasa a una cara de sorpresa y desagrado. Eso fue muy grosero. Se alejan unos metros asi que Tae trata de parecer desinteresado y para nada molesto con la situación.

"Okey!" Eleva la voz para ser escuchado cuando los dos desaparecen de su campo de visión metiendose dentro de vestidores. No sin antes observar la mano delicada de Hoseok agitandose de lado a lado en forma de despedida.
No tiene ni idea de si lo conoce o si lo vio alguna vez, de igual manera espera conocerlo a profundidad.

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El agarre de su madre es fuerte y lo mantiene firme sobre sus piernas, le hubiese gustado ser mas amable pero no es partidaria de hacer amistades nuevas. Teme llevarle la contra por lo que se deja hacer.

"mamá..." susurra cansino casi con miedo mientras ella le desata los cordones. "¿quien es ese chico?"

El tiron agresivo que ella le da provocan que su pie se doble en una posicion extraña, le duele y se sorprende por la reacción.

"Ni se te ocurra pensar en eso, mocoso". Simole y firme como siempre, su madre le recuerda, sin decir más, que el interés por socializar es una distracción.

        
          
             
                 
      
            

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primero primer tururu

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2020 ⏰

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Yo, Hoseok▪︎ VHopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora