[3] Hacia el Hotel del Luna ➪ YoonKook

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Sé que muchos conocen la historia del Hotel de Luna, un lugar que alberga y ayuda a las almas con asuntos pendientes a llegar al más allá y reencarnar en su próxima vida.

En este lugar los agentes más importantes son el personal de servicio, quienes se encargan de hacer que el huésped tenga la mejor estadía; el recepcionista, quién recibe cordialmente a las almas; la Parca, quién se encarga de llevar a las almas a la otra vida y eliminar a los espíritus vengativos evitando que hagan daño a la gente; el o la gerente, que se encarga principalmente de los asuntos financieros del hotel, además de ser el único humano; y finalmente el o la dueña del hotel.

Existen muchas historias sobre el Hotel del Luna y sus habitantes, pero hay una que no fue contada aún.

Todos los empleados en este hotel recordaban sus vidas pasadas y como murieron, a excepción de las Parcas.

Se dice que aquellos que cometieron grandes pecados en sus vidas pasadas son castigados con llevar la muerte en sus manos por el resto de la eternidad como Parcas, o por lo menos hasta cumplir con su condena.

Era un día normal como cualquiera en el hotel, almas llegaban y otras se iban. La Parca Min, se encontraba caminando por las calles de Seúl cumpliendo con su trabajo del día a día. Pasaban las 12 horas del día y ya se había llevado la vida de 3 niños, 2 adultos y un perrito herido por un conductor imprudente, a quién más que nada salvó del sufrimiento.

Ya era una rutina.

Ver morir a la gente y ver sufrir a sus seres queridos por aquella pérdida ya no le afectaba. No como la primera vez, que explotó en llanto al llevarse la vida de una madre en frente a su hijo. Pensaba que no podría soportar la responsabilidad de todo lo que implicaba su trabajo, pero al final uno termina acostumbrándose al dolor de alguna u otra forma, seas un alma en pena, una parca o un humano.

Eran las 13 horas con 40 minutos, horario de comienzo del segundo turno laboral del día, algunos se iban, otros llegaban y otros regresaban. Rutina de todos los días.

El joven Jeon se encontraba en frente a la parada de autobús, en camino al centro de la ciudad donde se encontraba su lugar de empleo para cumplir otro día en su trabajo.

-¿Por qué el autobús demora tanto? -dijo entre dientes mirando su reloj- Debí salir más temprano.

Alejado unos metros de la parada de autobús se encontraba la Parca Min en camino a realizar su trabajo, tenía varios sobres en mano con diferentes nombres con un motivo de muerte en común.

"Accidente de tránsito, choque a las 13 horas con 50 minutos. Camión, con una fuga en los frenos, fuera de control choca contra un autobús público."

De alguna forma, mientras se encontraba leyendo todos esos nombres, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Era algo que no había sentido en mucho tiempo, aunque él no lo quisiera admitir.

Faltaban 3 minutos para la hora correspondiente al accidente. Hecho un vistaso a la parada de autobús frente a él, notando a toda la gente subir al vehículo recién llegado. Una parte de él le decía que solo hiciera su trabajo desde la lejanía y se fuera, pero otra parte de él lo impulsó a acercarse a aquel lugar. Esa fue más fuerte.

Todos las personas ya habían abordado excepto por uno que buscaba su teléfono en alguna parte de su maleta.

No supo por qué lo hizo, pero de un momento a otro se encontraba llevándose al chico de aquel lugar.

One Shots // BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora