One Shots // BTS

[4] Flâner* ➪ TaeJin

Kim SeokJin es un reconocido chef coreano residente en la ciudad de París, Francia.

Desde niño su sueño siempre fue la gastronomía. Preparar y crear cosas en la cocina de su casa siempre estaba dentro de sus planes. Todo el vecindario conocía el nombre de aquel prodigio culinario, amaban cada platillo que él cocinaba para algún evento benéfico de la zona.

Su comida ha deleitado de una forma asombrosa a los parisinos, tanto que gente de otras partes del mundo tan solo viajan para poder probarla; claro, y también a hacer turismo.

Su restaurante actualmente se encuentra en la Koreatown, del Distrito 15 de París.

Aunque, no siempre estuvo ahí.

Antes que el restaurant de Seokjin se hiciera conocido, cuando apenas había llegado a París, al día llegaban 4 o 5 personas, mayormente residentes coreanos. Se ubicaba en una calle cercana a residencias habitadas por, en su mayoría, los mismo ya mencionados.

Con el pasar del tiempo, comenzaron a llegar más y más clientes, debido a las recomendaciones habituales que otras personas hacían, por lo que el restaurante se expandió ligeramente teniendo más espacio para más personas.

Pese a eso, Seokjin sentía que su restaurante necesitaba algo más que le diera vida. Algo como pinturas, accesorios, fotografías.

Su comida era muy buena, eso se lo habían dejado muy en claro muchas personas, pero tenía en cuenta que la ambientación del local era muy importante para atraer y hacer sentir cómodos a los clientes que iban llegando.

—¿Encontraste a alguien?

—Sí hyung-nim, estuve buscando y creo que ya encontré a la persona indicada.

Seokjin le había encargado a su pequeño asistente la tarea de buscar a un artista quién les daría una mejor visión para su restaurante, hablando de diseño claro.

—Este es su sitio web —Jungkook le extendió la tableta que tenía en sus manos—, la estuve revisando un poco y su trabajo es realmente bueno —veía como su jefe revisaba las fotografías publicadas.

—¿Sabes cuál es su nombre? —preguntó Seokjin manteniendo su vista fija en el aparato.

—Se hace llamar Vante, hyung-nim, es un nombre artístico, no utiliza su nombre real. Es coreano al igual que nosotros, pero ha vivido mucho tiempo aquí en París.

—Bien —le devolvió la tableta— llámalo, es a quien necesitamos.

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La reunión entre el cocinero y el fotógrafo se llevaba a cabo 3 días después. Acordaron en verse en cuanto el restaurante cerrara.

—Tiene un lindo lugar aquí —dijo el fotógrafo mientras se sentaba en una de las sillas del lugar—. Le falta algo de vida, pero está bien.

—A eso te llamé hoy Vante —se sentó en la misma mesa que el fotógrafo—. Necesito que me ayudes con este lugar, necesito una visión más artistica.

El resto de la reunión duró 30 minutos a lo mucho. Siendo el tiempo suficiente para poder acordar la implementación. Parecería poco para muchos, pero entre el fotógrafo y el cocinero hubo una especie de conexión que les permitió entablar una conversación con fluidez y confianza.