•[Capítulo 1]•

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•[UN MALENTENDIDO] •

Narración Normal.
En un banco, se encontraba una albina formada en uno de los cajeros del banco. Adelante de la albina, había una chica pelirroja, muy parecida a ella, las únicas diferencias eran la edad, el corte de cabello y el color de cabello. Adelante de la pelirroja otras 4 personas más. Atrás de la albina un muchacho con sudadera gris y lentes oscuros, a lo que a todos los presentes se les hacía muy sospechoso, aunque pensaban que sólo eran ideas suyas. Todos los antes mencionados eran los únicos presentes, pues no era un día de catorcena o quincena. Pasó el turno de las 4 personas y se retiraron, dejando a la pelirroja llamada Liz, a la albina llamada Elizabeth y a el muchacho sospechoso, entonces era el turno de Liz.

Liz sacó su tarjeta de crédito, entonces el sujeto sospechoso entró en acción y sacó una pistola y se acercó por atrás, le puso la pistola en la espalda y le quitó rápidamente la tarjeta que ella tenía en la mano. Liz por miedo, gritó y cerró fuertemente los ojos, y no logró ver quien le quitó la tarjeta. El chico le aventó la pistola a Elizabeth, ésta calló en las manos de la chica albina y sin más, el sujeto huyó del banco con la tarjeta en la mano. Liz abrió los ojos y volteó para ver de quién se trataba, y vió a Elizabeth con la pistola en la mano pero sin apuntar a ningún lado. Ahí fué cuando Liz empezó la discusión y llamó a la policía.

5 minutos después...

La policía había llegado, y decidieron discutir el caso en La Estación De Policía. Subieron a la patrulla y después de un rato llegaron a la Estación y entraron al lugar mencionado.

Ban: A ver, rey ruco, ve a hablarle al Comandante.

King: Está bien. ¡¡PERO NO ME LLAMES ASÍ ZORRO!!

Ban: Como sea –dijo sin importancia.

King: Zorro estúpido –murmuró.

King fué a buscar a su Comandante. Mientras que Ban tomaba información de las chicas y lo escribía en su computadora.

Ban: Bien, eeh, ¿nombres completos?

Elizabeth: Elizabeth Lionés.

Liz: No puedo creer que te llames igual que yo. Mi nombre es Elizabeth Danaforl, pero todos me llaman Liz.

Ban: Ajá, no me interesa como te dicen –dijo desinteresado y escribiendo en la computadora– A ver, ¿edades?

Elizabeth: 17 años.

Liz: ¡Qué joven! Yo tengo 20.

Ban: Bien, con eso es más que suficiente, además ya viene el Comandante.

Llegó el Comandante, de 21 años de edad, con apariencia de un adolescente, estatura baja, cabellera rubia y ojos verdes y el uniforme policiaco.

(Este era así):

El rubio, llamado Meliodas, se sentó y no le quitaba la mirada de encima a la albina

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El rubio, llamado Meliodas, se sentó y no le quitaba la mirada de encima a la albina. Hasta que decidió interrogarlas.

Meliodas: Sate, sate, sate, díganme sus nombres, señoritas.

Elizabeth: M-mi nombre e-es E-E-Elizabeth Lionés –tartamudeó al ver a un chico tan guapo.

Meliodas: Así que Elizabeth Lionés... –pensó.

Liz: Mi nombre es Elizabeth Danaforl, pero...mis amigos me llaman Liz –dijo coqueta.

Meliodas: Bueno, díganme su caso –sonrió con el ceño levemente fruncido.

Liz: Lo que pasó es que yo me encontraba en el banco, estaba en los cajeros, era mi turno, así que saqué mi tarjeta, entonces fué cuando sentí una pistola en mi espalda y me quitaron mi tarjeta. Volteé y vi que esta chica tenía la pistola. ¡¡¡Ella es la culpable!!!

Elizabeth: ¡Eso no es cierto! ¡¡No porque yo tenía la pistola en las manos significa que fuí yo!! ¡Fué un chico de sudadera gris y lentes oscuros!

Meliodas: A ver, señoritas, cálmense. ¿Había algún testigo?

Liz: No, ésta chica y yo éramos las únicas.

Elizabeth: ¡Mentira! ¡Atrás de mí estaba el sujeto que te asaltó!

Meliodas: Señoritas, señoritas, cálmense por favor. Verificaremos las cámaras de seguridad que tiene el banco ¿de acuerdo? Así sabremos claramente la verdad. Ban, King, hackeen el sistema de cámaras de seguridad del Banco.

Ban y King: ¡Sí, Comandante! –ambos se fueron a una sola computadora y juntos comenzaron a Hackear el sistema de cámaras del banco.

Meliodas: –mira a Liz– Señorita Liz, ¿me haría el favor de observar a mis compañeros Ban y King?

Liz: Claro que sí, bombón –dijo coqueta y se dirigió a los hombres mencionados.

Meliodas dijo eso para aprovechar que ellos estaban distraídos y llevarse a Elizabeth, ese era su plan. Meliodas era un hombre muy inteligente, y no necesitaba de mucho tiempo para saber qué hacer. Se acercó a ella ocasionando que Elizabeth se pusiera muy nerviosa y haciendo que el corazón de ella latiera muy rápido. Entonces Meliodas le susurró al oído:

Meliodas: Y usted vendrá conmigo.. –dijo coqueto, ocasionando un sonrojo de parte de la chica.

Él la tomó de la mano y la sacó de La Estación De Policía. La llevó a la patrulla de él (pues Melodías tenía su patrulla propia) e hizo que entrara en ésta, entró él y arrancó.













Holaaa, ¿qué les parece la historia? Es necesario que me digan si les gustó o no, para yo saber si continuar la historia.

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Un Amor IlegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora