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Han pasado 84 años y.... Oh, eso no.

Ya ha pasado dos meses y ya llegó octubre, todo ha sido un alboroto en mi casa, sobretodo con mis dos pequeños que me fastidian día y noche con Owen diciendo que él es mi novio... y no, no somos nada , él conoce a mi familia y ya puedo decir que yo conozco perfectamente a la suya, pero no hemos llegado a nada, solo somos amigos...

Su madre Cleodette D'angelo es Italiana (como mi padre) es una mujer preciosa y cariñosa... cada vez que nos vemos ella no duda en darme un beso y un abrazo...

En cambio su padre Richard Lander es un poco más reservado y callado..
Creo que no le caigo bien.

Y Alexander... puede decirse que ya ha dejado de fastidiarme la vida, ahora somos lo que se dice "amigos" y ya no me parece insoportable... solo aveces.

Owen y yo hemos estado saliendo como amigos (*insertando carita triste*) no ha pasado nada del otro mundo. Hoy por ejemplo iremos a patinar sobre el hielo con mis chikibeibis, o sea, con los mellizos y con Alexander.

Desde hace días, él no me ha vuelto a decir nada de "la chica de las cartas" y la verdad es que no sé como sentirme al respecto, es extraño.

- Owen, Alex, mis amores, pasen- escuché a mi mamá desde arriba, me fui de puntitas escondiéndome en un muro para ver si escuchaba algo. No es que sea cotilla y chismosa, es que.... bueno ya qué, si, si soy metida, pero es solo cuando trata de Owen ¿bien?

- Lola, Patrick ¿Cómo están? - sip, Owen ya llamaba a mis padres por su nombre, por petición de ellos, por supuesto.

- Todos bien, Owen. Amanda está arriba ¿Quieren subir?

- Claro - dijo Owen.

- Yo espero aquí, no se preocupe, Lola - dijo Alex, con timidez... Alex nunca es tímido.

Oh, un momento... salí corriendo a mi habitación y cerré la puerta con cuidado, me dirigí al tocador y "me maquillé" justo cuando Owen tocaba la puerta. El nerviosismo me llenó por completo ¿y ahora? ¿Qué hago? Oh, cierto, lo dejo pasar.

- Adelante - y en el momento en el que lo vi, mi corazón comenzó a latir como loco, pero tuve que seguir mirándome en el espejo para parecer desinteresada (si, claro) Está hermoso, es lo único que puedo decir. Duró un buen rato mirándome, creí que me diría algo sobre la ropa que no era ni tan holgada, ni tan ceñida al cuerpo. Era algo sencillo, vaqueros, zapatos deportivos y un suéter, sonrió y caminó hasta donde yo estaba, cerca, muy cerca.

- Estás preciosa - susurró, tocando mi mejilla y yo sin poder apartar la mirada.

- Gra- Gracias - tartamudeé. Entonces aparté la mirada lentamente agarrando el cepillo y pasándolo por mi cabello, pero él me lo quitó - ¿Q-Qué haces? - volví a tartamudear provocando que él se ría entre dientes.

- ¿Qué crees que estoy haciendo, Mandy? - me miró a través del espejo y comenzó a pasar el cepillo por mi cabello - Te ves hermosa - al decir eso sentí un calor extendiéndose por mis mejillas.

Pero en vez de agradecer lo que le dije fue:

- Owen ¿Lauren y tú son algo? - ¿Qué acabo de decir? Oh, no. No pude controlar mi lengua de nuevo.

Owen me miró con seriedad largo tiempo, entonces soltó una carcajada - No, Mandy ¿Por qué? - preguntó curioso.

- Curiosidad - le dije encogiéndome de hombros. Le quité el cepillo y seguí peinándome para luego hacerme una cola de caballo, evitando en todo momento cruzar mi mirada con la suya.

Aunque eso no duró mucho, pues al darme la vuelta él estaba mirándome fijamente.

Quedamos en silencio, estamos tan cerca, pero tan cerca...

Querido OwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora