Capítulo 1.

914 108 114
                                    

—Idiota

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Idiota. — Solté sin siquiera pensarlo, mi boca dolía debido a los golpes, pero eso no era impedimento para soltar como siempre, un insulto. Me levanté como pude, con todo el dolor de mi alma, e intenté hechar hacia atrás mi cabello, dándome un aire altanero —

—Maldito omega. — Escupió aquel alfa, mi papá, con mucho asco y cólera —

Se acercó a mí dejándo que mis fosas nasales captaran ese olor a pino característico del, qué en años pasados, ese era un olor que me calmaba, pero ahora, era el de mi sufrimiento. Volvió a dejar un golpe que me hizo impactar con el frió suelo, odiaba también ser omega, ¡Lo odiaba! Eso sólo me había traído desgracias para mi vida.

—Harás lo que te digo, te dejarás anudar por el alfa, y listo, sin resistencia, sin mordidas, ni patadas, porqué juro, Kang Taehyun, matarte a golpes. — Dió media vuelta, mordí mi labio inferior queriendo retener otro insulto, pero no, no lo pude retener —

—Tarado. No lo haré. — Y pude ver los ojos de aquel alfa cambiar de color, ese rojo que caracterizaba a los alfas, mis ojos ya comenzaban a picar, no me iba a dejar intimidar, tenía miedo, sí, pero mi orgullo era mucho más grande que mi miedo, por lo tanto, le devolví la mirada —

Y en menos de lo esperado, mi padre me tenía tomado del cuello, ejerciendo más presión de lo normal, llegando a ahogarme y asfixiarme, mis ojos ya no pudieron retener mis lágrimas y dejaron que éstas salieran.

—¡Eres un maldito Omega! Tú eres inútil, no sirves más que para procrear, no me sirves de nada. — Y me soltó, dejándome caer de manera fuerte al piso, mis rodillas doliendo debido al golpe — Que te quede claro, mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo diga.

Escupi la sangre que salía de mi boca, con el dorso de mi mano queriendo quitar esas traicioneras lágrimas, tomando aire, mis pulmones ardían, mi cuello dolía.

Me senté en una esquina, era inútil escapar, la puerta de la habitación tenía llave, no había escapatoria. Miré el techo un momento, mis lágrimas queriendo salir de nuevo, ¡Y cielos! Lo malo de ser Omega era ser extremadamente sensible, eso lo teníamos todos. Deseaba ser Alfa al igual que mi hermana, ella nunca había sufrido nada (tampoco se lo deseaba) pero dolía ver cómo siempre la trataban mejor a ella, y a mí me despreciaban por ser Omega siendo hombre, se suponía que el Alfa tenía que ser yo.

Me levanté rápido del suelo para ir a lavarme el rostro, necesitaba quitarme la sangre. Y mientras lavaba mi cara, pensaba en que iba a hacer para no dejarme anudar, o morder por aquel Alfa tonto que venía en camino. Ni siquiera me dejaban tomar supresores, ¡Maldito infierno llamado casa!

Pasaron alrededor de veinte minutos cuando escuché como pasaban la llave para quitar el seguro, rodé los ojos, más también el pánico me invadió. Quería esconderme bajo la cama, bajo la mesa, en el armario, en algún lugar donde nadie me encontrara, ¡No quería más Alfas! Ellos me lastimaban.

Omega (BeomHyun) Pausada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora