20.- Caida

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Los barcos aterrizaron en Beacon cuando el sol comenzaba a ponerse, el director Ozpin esperándolos. Un grupo de médicos corrió y ayudó a Jaune a subir a una camilla, con su equipo a su lado mientras lo llevaban a la bahía médica. Yang corrió hacia el director, su cara roja de llorar. "Director, tenemos que volver, Nix es-"

Levantó una mano para interrumpirla. "Ya me han informado, Sra. Long. Enviaremos un equipo para recuperarlo al amanecer, pero por ahora debemos esperar".

"¡No podemos esperar! Él podría estar muerto cuando llegues allí. Por favor, déjame ir". Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos lilas una vez más, las otras aparecieron detrás de ella. El director le puso una mano en el hombro. "Sé cómo debe sentirse ahora, pero no podemos arriesgarnos a enviar un grupo de búsqueda por la noche. Y no está en condiciones de volver al campo, ninguno de ustedes. Enviaremos un equipo nuevo por la mañana. " Sus ojos eran suaves pero su voz firme, su decisión final.

"Por favor", comenzó Yang. "Permítame-"

"¡Mi decisión es definitiva, Sra. Long!" Le ladró. Las chicas se estremecieron un poco ante su tono, nunca antes lo habían visto tan serio. Los miró con firmeza pero con sinceridad. "Me duele tenerlo solo, pero preferiría tener un estudiante en riesgo que nueve". Él suspiró. "Lo llevaremos a casa, se lo prometo. Pero ahora mismo, todos necesitan atención médica. Haré que algunos miembros del personal los escolten a la bahía médica". Se volvió para caminar de regreso a la escuela, el personal médico corrió hacia las niñas. Podía escuchar los sollozos de Yang mientras ella caía de rodillas, su dolor salía de sus pulmones en gritos de dolor. Ozpin sintió una profunda lástima y simpatía por la niña, pero ahora no podía hacer nada por ella.

Regresó a su oficina y se sentó con un profundo suspiro, con los puños bajo la barbilla sumido en sus pensamientos. Glynda Goodwitch estaba sentada frente a su escritorio con expresión sombría. "Sabes muy bien que podría estar muerto ... ¿no es cierto Ozpin?"

Cerró los ojos con otro suspiro. "Por el bien de todos, rezo para que no sea ..."

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Más temprano...

Los ojos de Nix se abrieron lentamente al despertar. Su HUD temblaba con estática cada pocos segundos, su visión borrosa. Miró al cielo desde donde yacía, todo su cuerpo dolía. Las rocas cayeron desde donde el suelo se había dividido y cayeron al suelo de la cueva haciendo ruido al rebotar. Nix se levantó lentamente de su lugar, empujando piedras y escombros fuera de él. Respiró hondo pero sintió un dolor punzante en el costado. Tosió violentamente en reacción al dolor, que solo hizo que le doliera más. Se quitó el casco y miró a su lado. Un gran trozo de hueso atravesó su costado derecho justo al lado de su riñón, saliendo de su frente. Uno de los huesos de Grimm debe haber estado allí cuando aterrizó, empalándose en él. Lo tocó suavemente solo para que el dolor le recorriera el costado. Siseó y lo agarró, la sangre se filtró a través de su armadura.

" OK Nix, puedes hacer esto ..."

Agarró el hueso con firmeza.

"Uno dos.."

Apretó los dientes.

"¡Tres!"

Se arrancó el hueso del costado con un tirón, su cuerpo explotó de dolor mientras lo hacía. Gritó fuertemente cuando la sangre comenzó a fluir de la herida. Jadeando, metió la mano en el cinturón y sacó un pequeño disco de metal. El disco vibró suavemente en su mano mientras lo encendía, el centro ahora brillaba de un color amarillo claro. Apretó los dientes de nuevo y presionó con fuerza el disco sobre la herida. La placa sobrecalentada siseó cuando hizo contacto con su carne expuesta, quemando la herida y cerrándola. Nix gritó de nuevo entre dientes cuando el olor a carne quemada golpeó su nariz, casi haciéndolo vomitar. Con la herida ahora cerrada y ya no sangrando, la cubrió con un vendaje de gasa. Nix se apoyó contra una losa de roca mientras respiraba, un pequeño hilo de sangre salía de la comisura de su boca. Metió la mano en su cinturón y buscó a tientas su Pergamino.

RWBY: Grimm WalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora