2.¿Rivales?, ¿Enemigos? o ¿amigos?

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Los rayos del sol me despertaron esa mañana, mire a los pies de mi cama, ahí dormía tranquilamente el Charmander que ayer había elegido.

Unas horas atrás

—Yo te elijo a ti—apunte a mi nuevo compañero—prepárate para entrenar a saco Charmander.
—Char—dijo con alegría el pokemon, saltando a mis brazos.
—Buena elección—dijo mi tío Lionel.
—Eso solo dices porque tu primer compañero también fue Charmander—dijo mi tía Sonia.
—Bueno Ethan vas...—Ethan interrumpió rápidamente a mi padre.
—Yo me quedo con Bulbasaur—el pokemon salto hacia Ethan.
—¿Ya lo tenías elegido?—preguntó Arley, Ethan asintió—anda y ¿porque?
—Lo siento no lo puedo decir, es un secreto—respondió.
—Que va—Arley miro al pokemon restante—entonces tú te vienes conmigo—el pokemon se lanzó a los brazos de su nuevo entrenador.
—Tenéis SmartRotom ¿no?—pregunto mi padre, nosotros tres asentimos—me los prestáis un poquito—los rotoms salieron disparados de nuestros bolsillos—ahora tenéis acceso a la PokeDex—los SmartRotom volvieron a su lugar.
—Venga ahora vienen las recomendaciones para hacer los desafíos de los gimnasios—dije emocionada.
—No creen que aún están muy verdes—dijo mi madre rascándose la mejilla.
—Que va—dije—ni Caterpie, ni Metapod, ya somos todos unos Butterfree.
—Yo no tengo problema—dijo la líder de gimnasio de tipo siniestro.
—Tu ya estás recomendado—dijo el líder de tipo hada, refiriéndose a su hijo—Sally dejó un testamento que no se podía ver hasta que cumplieras los 12 años, había una carta de recomendación y una carta que decía que era para que participaras en ellos—explicó el líder.
Mire a mis padres al principio parecían desconfiados, pero después yo y Charmander nos unimos para hacer ojos de Yamper y terminaron cediendo.
—Vale—dijeron ambos. Choque el puño con Charmander. Mire al lado Arley parecía haber convencido al campeón de que le dejara hacer el desafío de los gimnasios.
—Espero verte patearles el trasero a cada uno de los líderes de gimnasio—dijo mi tío Lionel acercándose junto a Roy, donde estábamos yo, mi padre, mi madre y Charmander.
—Si no les molesta me gustaría ser yo quien recomiende a la chica—dijo Roy—yo y Lionel estuvimos combatiendo todo el día para saber quien la recomendaría.
—¿Tanta batalla por eso?—pregunte.
—Por supuesto—respondió Lionel—aunque al final se nos hizo tarde y tuvimos que parar de combatir y terminamos arreglándolo con un piedra, papel y tijeras.
—Ya verán—dije—no los voy a defraudar—todos asintieron con una sonrisa.

La barbacoa siguió un rato más.
—Es hora de irnos—me susurro mi madre—despídete—mi padre, mi madre y yo nos despedimos de los presentes.
—Los demás quédense aquí—dijo mi tío Lionel—tenemos habitaciones de sobra y además es muy tarde para tomar el tren.
—Hope—Roy llamó mi atención—mañana ven para que te entregue tu recomendación.
—Mañana empieza mi leyenda—dije moviendo los brazos—ya verán.
—Te pareces a tu padre cuando tenia tu edad—dijo el campeón.
—Pero estoy segura que ella se acordara de la tabla de tipos—dijo mi madre y de un segundo a otro empezó a correr junto con Dragoneon a toda velocidad a nuestra casa.
—Gloria—grito mi padre mientras la perseguía.
—Cacho padres que me an tocados—dije mientras ponía mi mano en mi cabeza—que se le va hacer, vamos Charmander—salí corriendo en busca de mis padres.

Actualidad

Estaba desayunando junto a Charmander, mi madre se había ido a terminar los preparativos para el desafío de los gimnasios, mi padre seguramente ya estaba en el laboratorio.
Después de desayunar me fui a dar una ducha, me vestí con un buzo negro deportivo, unas zapatillas deportivas de color verde oscuro, con blanco y negro, llevaba una polera blanca, llevaba una camisa roja cuadrille desabotonada, en la espalda tenía el signo del gimnasio de tipo dragón.
Busque entre mi cuarto la caja con el cinturón de entrenador, que me había regalado Sonia, me lo puse y coloqué la pokeball de Charmander en el primer lugar del cinturón.
Agarre la mochila que me había regalado mi abuela el día anterior, parecía pequeña, pero se podía llevar muchas cosas ahí, puse la capucha que me había regalado mi madre, ropa de cambio, un kit de acampada que me había regalado la familia de Arley y una guía de entrenador que me había regalado el líder de gimnasio de tipo hada, traía consejos de las formas más rápidas de llegar a tu objetivo, buenos lugares para acampar, como prender la fogata, entre otras cosas.

Galar: La resurrección de una leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora