Miraba la televisión como siempre hacía antes de la cena.
—Hola Galar—los gritos se escucharon por todo el estadio—para los que no me conozcan mi nombre es Victor, soy el campeón de Galar—los gritos se volvieron a escuchar—vengo a informarles que pronto se celebrará el evento más emblemático del año, el desafío de los gimnasios—los gritos fueron aún más fuerte, se empezaron a escuchar trompetas y chiflidos—para todos los aspirantes que quieran participar, las inscripciones serán en dos días, espero que alguno de ustedes venga a retarme, los espero con ansias.
Apague el televisor y bostecé.
—Hope, chica puedes venir un momento—me levante del sillón y fui a la cocina donde estaba mi abuela.
—¿Que pasó abue?—dije entrando a la cocina.
—Necesito que me hagas un favor—me entrego una mochila—contiene cosas para tu padre, se le quedó al salir.
—Está bien, yo la llevo—me puse la mochila en la espalda.
—Gracias chica—me acaricio un poco mi cabello corto, de color castaño—y avísale a Sonia lo de la barbacoa.Salí de la casa en dirección a el laboratorio Pokemon, claramente evitando la hierba alta, ya que yo no tenía ningún Pokémon, en el camino me topé con un charco de agua, me mire en el, mi cabello me llegaba casi a los hombros, era recto, pero desflecado en las puntas, mi piel clara parecía delicada, mis ojos amarillos parecían tener el mismo tono que la cola de un Yamper.
Seguí avanzando hasta llegar a Pueblo Par, apenas llegue la gente empezó a susurrar entre sí, pero solo lo ignoré y fui directo al edificio de techo morado.
Al entrar se podía ver una gran cantidad de libros puestos en estanterías, había tanta cantidad que una escalera dejaba sacar los libros que estaban más altos, en una parte del lugar, había una pequeña mesa donde se podía comer, al otro lado habían muebles con peculiares objetos, estrellas deseos, fósiles y muchas cosas que no pude deducir que eran, al final del laboratorio habían dos personas conversando, ambos llevaban batas blancas, una era una mujer de pelo anaranjado, y otro era un hombre de cabello azul, de piel morena y ojos como los míos, en otras palabras mi padre. La mujer peli naranja noto mi presencia.
—Pero si es Hope—la mujer de pelo naranjo, también conocida como Sonia, me abrazo—dime ¿que te trae por aquí?—dijo rompiendo el abrazo.
—Vengo traerle esto a mi padre—dije mostrando la mochila.
—Sinceramente Paul no se que sería de ti si Hope no te viniera a dejar las cosas al laboratorio—dijo Sonia.
—Probablemente un desastre—dijo mi padre, le entregue la mochila.
—Hoy vas a cumplir 12 ¿no?—dijo Sonia, yo solo asentí—recibiste algún regalo ya.
—Llevo puesta la capucha negra que me envió mi madre, tiene el diseño de un Dragoneon en la espalda—Sonia buscaba algo mientras me escuchaba y mi padre veía el contenido de la mochila—mi abuela me regaló una mochila, aparte de eso nada, por cierto estás invitada, junto a mi tío a la barbacoa de esta noche.
—Hope—Sonia llamó mi atención, sostenía una caja de mediano tamaño en sus manos—feliz cumpleaños—dijo sonriendo.
Tomé la caja y la puse en la mesa, la abrí con tranquilidad, adentro suyo había un cinturón de entrenador, en el se solían poner las PokeBalls de los pokemon de un entrenador, se colocaban de manera diagonal.
—Sonia yo no tengo un...—me interrumpieron.
—No por mucho—dijo mi padre desde el otro lado del laboratorio. Tarde un momento en procesar lo que pasaba, mi ojos seguramente adquirieron un brillo especial y mi sonrisa se dibujó sola.
Me acerqué al escritorio en donde estaba mi padre, la mochila estaba ahora vacía, no tenía ni idea de que era lo que había traído aquí.
—Ni te diste cuenta que cargabas con tu nuevo compañero o compañera—dijo con una risa Sonia.
—Vamos a la casa—dijo mi padre mientras metía algunas cosas en la mochila que le había traído.
—Eh—proteste—eso no se hace, no se le dice a la gente te voy a dar un pokemon pero te me esperas.
—Es que no vas a ser la única que reciba un pokemon—quede extrañada tras lo que dijo mi padre—recuerdas que te dije que yo y tu madre viajamos con el campeón de Galar.
—Creí que estabas de broma—dije rascándome la mejilla, a mi padre se le formó una pequeña aura depresiva.
—Bueno su hijo tiene la misma edad que tú y va iniciar su viaje como entrenador—dijo Sonia, ¿el hijo del campeón?, si no recordaba mal había salido un par de veces en la tele, tenía la cara un tanto pálida, ojos celestes y cabello negro desordenado, siempre tenía un cara de poker cuando aparecía, por lo que sabía su madre era la líder de gimnasio de tipo siniestro en pueblo Crampón—también viene el hijo de el líder de gimnasio de tipo hada—¿el hijo del líder de gimnasio de pueblo pliie?, había escuchado que tenía un hijo, pero él jamás se había mostrado.
—Bueno que esperamos—dijo saliendo de su momentánea depresión mi padre—hoy vas a conocer a mis viejos compañeros de viaje, Roxy, Berto y hasta el mismísimo campeón Victor—mi padre se dirigió a la puerta y salió por ella, yo agarre la caja con el regalo de Sonia.
—Boltund—un pokemon salió de debajo del escritorio—ven, ya nos vamos—el pokemon ladro y no siguió hasta la salida.
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Galar: La resurrección de una leyenda
Fiksi PenggemarGalar una región como cualquier otra, con sus líderes de gimnasio, su liga, sus pokemon y su propia historia y entre tantos lugares en el mundo nací aquí, siendo hija de dos personas conocidas por la región, dos personas increíbles a mis ojos, pero...