Cap 16

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Cada noche, justo antes de que
cierre la galería, la pantalla se
enciende para notificarme que
tengo un mensaje. Tzuyu, dirá
la notificación.

Me pongo nerviosa cuando
aparece su nombre. Me paso unos momentos sin mirar a mi teléfono y me distraigo con otras cosas, una grapadora vacía, una pintura que he visto todos los días durante meses tendrá una nueva mancha de pintura para observar, anotar que necesitamos más bolsas de basura.

Durante este tiempo, un dolor
aparece en mi pecho y se
construye como un mal caso de
acidez estomacal. Excepto que no
es ardor de estómago; es ardor de Tzuyu. Cuando finalmente me
quedo sin cosas que hacer, y voy
hacia mi teléfono, ya sé lo que voy a ver.

Cada noche envía una imagen de
un lugar diferente en el puerto
Townsend; un día es una estatua
de Galatea, la diosa del mar, y
la siguiente lo que parece ser un
viejo ascensor, del color oxidado
de un huevo de petirrojo. Ella envía una del teatro Rose, y otro día un restaurante sucio que sirve la mejor cazuela de patata frita que he comido.

El escultor de viejos motores
de barco, un hippie "jódete" a
la conformidad, se encuentra
en Main Street, una hermosa,
monstruosidad rudimentaria.

Me envió ahí ayer. A pesar de
que está a la vista, quería que
la encontrara. Que le prestara
atención sólo a ella en ese día en
particular. Me encanta.

Cada noche después de que mi
foto llega, me pongo el abrigo,
cierro las puertas de la galería,
y encuentro el lugar en el que
Tzuyu está esperando. Es un
juego de pistas para Tzuyu.

Y todas esas otras cosas. Esa
es su esencia. Me pregunto si
Jihyo aprecia esa parte
de su naturaleza, o si le pasa
desapercibida.

Un día en particular, Tzuyu
me envía una foto de un patio
de ladrillo marrón. Cubierto de
musgo verde fuorescente, el suelo es una gruesa alfombra de hojas rojas. Me toma treinta minutos encontrarla, aunque esté sólo a dos cuadras de distancia.

—Bastarda— digo, cuando doy
vuelta en la esquina y la veo de
pie contra una pared, apoyándose siempre tan casualmente. —Estás escondida. ¡Eso fue muy difícil!

—No vale la pena un hallazgo que sea realmente fácil de encontrar— dice Tzuyu. —Lo sé por experiencia.

Finjo no oírla y me detengo para
mirar alrededor. La belleza se
apodera de mí. Del patio, y ella

Y ella en el patio. Lleva puesta una sudadera con capucha a cuadros y vaqueros rasgados, de pie entre todas esas hojas. No es una imagen que sacaré fácilmente de mi mente.

—¿Por qué quieres mostrarme
esto?— pregunto, aunque ya sé.

Me está enseñando Port
Townsend.

—Es un lugar favorito. Un punto
de ocultación.

No nos quedamos ahí. Caminamos de regreso a su apartamento en el que me da una taza de vino caliente, embriagador con clavo de olor y naranjas. Colocándome contra su pecho, me siento entre sus piernas en el sofá, frente a la
ventana.

—Sana— dice, en mi oído.
—Me has estado dando mucha
atención últimamente. Me gusta.

—¿Porque estás tan hambrienta
de atención?— me rio.

Incluso cuando caminamos hacia
su condominio anteriormente, las personas se daban la vuelta para mirarla mientras pasaba.

—Quiero tu atención— dice Tzuyu.

Cierro los ojos, contenta de que no pueda ver mi cara. Miro un par de niños caminar por la cuerda floja en la pared de enfrente.

—¿Por qué?

¡A La Mierda Con El Amor! / Satzu❣️/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora