Mil versos para decirte que te quiero.

Nunca nos quedará París.

Siempre estuve perdida en un vacío, sumida en aquel agujero que me llevaba a deambular bajo las noches de invierno, y quien me iba a decir que vagando tan perdida me encontraría en unos ojos ajenos;en los tuyos.

Aquella noche de Diciembre en la que pensaba que hacer con mi vida,llovía tanto que recuerdo que me metí en aquella cafetería que hace esquina y entonces entraste, empapado, sacudiendo la cabeza alborotandote el pelo.

Me miraste, y en este momento me encontré y al sonreírme solo pensé en morderte el labio y ahí empezó una historia con miles de vivencias y relatos de sábanas.

Quisiera decir que todo acabó tan bonito como empezó, pero tan sólo puedo comparar la lluvia del primer día, pero en esta vez estaba en mi corazón porque el se había ido, para siempre dejando tan solo las cartas de "Buenos días cielo,vuelvo en media hora, tienes el desayuno en la cocina, no te olvides de sonreír" y un montón de recuerdos, esos que te matan un poco más día a día.

Realmente te quería demás y te lo podía haber mostrado más para que no te fueras, para no volver a estar tan perdida como aquella noche de Diciembre,pero ya no estás y estamos en verano, a 30 grados fuera y yo mientras con una tormenta en mi corazón.

Y cuando las flores ya están secas , cuando ya te has hecho más fuerte tras ese abandono, ya no dependes de él, tan sólo confías en ti.

El tiempo no te ayuda a olvidar puesto que siempre te quedarán cicatrices pero aunque esté en tu recuerdo algún día deja de doler y decir por fin "a nosotros nunca nos quedará París".