XI: Sparks fly.

672 71 106
                                    

Dos días después.

CHAT NOIR.

Terminé de ayudar a subir el equipaje de mis protestantes a sus caballos, quienes se preparaban para poder regresar a las fronteras de Francia y asegurarse de saber exactamente cuáles eran los países y ciudades que ya estuvieran enterados de la traición del Rey.

—Todo tuyo —dije, entregándole a Marcus su caballo.

Él sonrió y lo tomó del arnés para comenzar a alejarse.

—¡Alto! —gritó Luka, quién venía bajándose de su caballo aún en movimiento con una sonrisa de lado— Yo no creo que esos vayan a ir a algún lado.

—¿De qué estás hablando? —pregunté.

—Hablo de que los protestantes no irán a ningún lado —dijo, sonriente— No, porque el trato era que la muñequita Marinette nos cumpliría una vez sea Reina y eso no va a pasar ya.

Todos los protestantes se miraron, confundidos.

Yo me acerqué a Luka, sabiendo desde el inicio que aunque por alguna razón eso fuera verdad, no tenía por qué gritarlo a todos sin consultarme.

—Cierra la boca —ordené— ¿Por qué no sería Reina?

Él carcajeó, como si al fin pudiera tirarme en cara algún error.

—Ella jamás se atrevería a venir y decírtelo, por supuesto —dijo— No me imagino lo avergonzada que debe estar, pero más que nada, creo que como sus supuestos aliados nos debe una explicación.

—Luka, déjate de rodeos y ve al grano —dijo Iván.

—Que Marinette no puede ser Reina sin esposo —dijo altanero antes de mirarme y sonreír— Su prometido Kim Lê Chiến abandonó Francia hace dos días, terminando la unión y la alianza que estaba formando con ella.

Mi mente se desconectó por un momento.

—¿Qué? —preguntó Max, al verme inmóvil.

—Fui a la aldea a distraerme de todas estas pláticas innecesarias de Marinette y lo mucho que la admiran y adoran, solo para escuchar a todo el pueblo hablando de su ruptura con Kim —explicó— La preocupación está en los ojos de todos, en los rumores corren tantas teorías, entre ellas diciendo que fue el primer hombre que rompió el embrujo de Marinette —carcajeó— O sea, imagínense eso.

—E-Eso no es posible —dije, atreviéndome a hablar— Kim no tiene razón alguna para poder terminar con ella. De haberlo hecho sin razón, Marinette tendría el poder de detenerlo, de obligarlo a cumplir su parte del trato.

—Quizás ella hizo algo que le molestó, algo que ni él podría perdonar —opinó Luka—, pero lo que más me sorprende es el hecho de que no te buscó, no te contactó, no ha puesto un solo gramo de interés en ti o en lo que mereces saber. Porque claro, a ella bien que le sienta que más de tres tropas de doce protestantes anden esparciendo rumores que a ella le conviene porque resulta que tú queridísima amiga Marinette, no es nada más que una convenenciera.

—¿O sea que ya no nos movemos? —preguntó un protestante— Si no recibimos nada a cambio, entonces no tiene caso que nos esforcemos por ella.

Los demás protestantes comenzaron a coincidir, causando que sus voces me irritaran.

Pero si Luka tenía razón, entonces no había forma de que yo pudiera obligarlos a ir a seguir con los rumores. Aunque me duela aceptarlo, Marinette no ha hecho nada físicamente valioso para probar su lealtad a nosotros, pero el cuestionamiento de lo que pudo haber pasado con Kim me hacía dudar de todo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La reina del corazón real [MLB] #1 ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora