Cherry 爱→ [κοοκμιη]

[ u n ]

|C a p í t u l o  1|

🍒

Los pasillos de la universidad estaban hasta el tope de alumnos.

Un año más. Un año menos. ¿Que más daba?

Jimin estaría emocionado, estaría saltando de alegría por aprender cosas nuevas, un nuevo año. Platicaría con sus amigos acerca de sus vacaciones, aunque estas solo se resumiría en lo duro que tuvo que trabajar para conseguir su propio dinero.

Pero no es así.

Todos lo miraban como un bicho raro. Estaba más que claro que todos sabían del terrible historial que cargaba sobre sus hombros, se maldijo muchas veces por confiar en quien creía sus amigos. Camino sin apuro por los pasillos.

—¡Park Jimin!— siguió caminando aun más rápido.

Se perdió por unos pasillos pero aun así, no logro perder de vista a quien le pisaba los talones.

—Te estuve hablando, no me escuchaste.

Si lo hice, solo que yo nos quería hablar contigo.

—¿Qué pasa, Eunwoo?

Ambos se habían hecho amigos desde que entrado a la universidad, de hecho, habían sido compañeros desde muchos años antes, y Jimin nunca tuvo amigos, por lo cual no sabia de la existencia de el pelinegro. Pero Jimin siempre tuvo la atención de Eunwoo.

—Yo... nada. Solo quería saber que tan tus vacaciones, yo fui a Japón. Mis padres creyeron que era buena idea y pues, no fue tan malo, aunque no sé nada de japonés, sinceramente no me gusto mucho el viaje...

—Me gusta Japón— fue lo único que dijo y siguió el rumbo a la oficina de coordinación para obtener su horario.

—Si, bueno... a mi también me gusto.

Jimin no entendía cual era la necesidad de tener amigos. No, no era asocial, o al menos eso creía, simplemente Jimin disfrutaba su soledad.

Cuando encontronla oficina, se quedó parado en la puerta y miro a Eunwoo.

—Yo entrare.

—Bien, puedo... ¿esperar?

No quiero que me esperes.

—Como quieras, no se si tardaré.

El contrario vio su reloj costoso en su muñeca y chasqueo la lengua.

—Tengo una clase justo ahora, pero nos vemos luego ¿no?

No.

—Claro.

Jimin vio como el pelinegro se perdió por los pasillos, y regreso la vista a la puerta de enfrente. Tomó el pomo, pero al intentarlo abrir esta se abrió tan fuerte hacia el que golpeo frente y cayo al piso en el proceso.

¿Que mierda...

—Lo siento, no fue mi intención, yo...