La Llamada de Inés

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Madrid España - Cienfuegos, Cuba

6 Horas de diferencia entre cuidades.

El Inspector cayó desplomado en su sillón. El sueño se apoderó de él y quedó indefenso en los brazos de Morfeo. Ni siquiera las risas enlatadas del programa de las noches domingueras lo lograban despertar. Cuando un sonido repetitivo lo levantó en sobresalto.

— ¡Ring Ring!

— ¿Quién será a estas horas?— La cara de despertar del Inspector no era de las más agradables en ese momento.

— ¿Enrique? — Su Faz cambió súbitamente,se  iluminó al escuchar su nombre en una suave y familiar voz femenina

— Amor, qué bueno que me llamas. No sabía de ti desde el mes pasado, con tanto trabajo. Pensé que no llamarías.— Su esposa Inés era esa persona que con tan solo su voz o presencia, apacentaba el carácter del Inspector Mario, o mejor dicho Enrique

— Buenas Noches mi corazón, perdón la tardanza al llamar. Hoy salí tarde del trabajo por el Cierre de Mes. Ni los Domingos se descansa en este país. ¿Qué hora es allá?

— Las 11 de la noche. Hoy Gracias a Dios que pude descansar. Tuve las últimas 3 semanas con un estrés tremendo, tuvimos el caso de un homicidio y la  Interpol Española se puso patas arriba.

— ¡Ay! Qué locuras suceden allá en Europa. Por aquí todo sigue igual. Nada cambia. Los trámites de la Embajada siguen sin noticias.

— Esos trámites que no fluyen. Y ¿Arturito dónde está; durmiendo?

— Si. Tú hijo ya se acostó. Hoy tuvo un día tranquilo en la escuela y se acostó temprano... Hablando de Arty. Está teniendo de nuevo esas pesadillas que te comenté. Se levanta tarde asustado. Y ya no puede dormir en toda la noche. La última vez lo acosté a mi lado y se tranquilizó. ¿Crees que deba llevarlo a un psicólogo?

— Seguro son las películas de violencia que ponen en la televisión. Te dije que tuvieras cuidado en que viera esas cosas. Ya es un niño de 13 años. Pero él es más sensible que los otros niños. Hay que tener cuidado. Creo que un psicólogo no va a ser necesario. Solo tienes que cuidarlo de esas cosas. Y no te preocupes. Cuando vaya creciendo se le pasará. ¡Qué ganas tengo de abrazarlo y besarlo! Lo extraño mucho. Y claro a ti también mi hermosa Inés. Mi heroína. Te Amo mucho. Perdón si no puedo hablar más contigo. Te prometo que en cualquier espacio que encuentre mañana te llamo. Voy a acostarme a dormir ya que me tocará un día atareado. Maldito Lunes.

— Está bien mi amor. Cuídate mucho. Le diré a Arturo que estás bien. Qué le mandas muchos besos y "Abrazos de Papá", los que sanan el dolor y curan las enfermedá'. Hasta Pronto Enrique. Y recuerda. Yo también te Amo.—  Enrique no pudo aguantar y una pequeña y disimulada lágrima se le escapó hacia su mejilla.

Al colgar se sintió tan lleno por dentro, y una nostalgia le invadió el ser. El saber de su Familia fue el ungüento que necesitaba después de tanto trabajo, acostándose con una sonrisa de esas, que nos completan.

Luego de Dormir 3 horas más. Volvió a Sonar el teléfono. Levantándose somnoliento lo contesta.

— Si diga, Buenos Días— Una voz autoritaria le responde:

— Inspector Mario. Necesito que se presente pronto en el Aeropuerto de Madrid. Le espera un vuelo hacia Bruselas. Hoy se celebra el Juicio de Cecile Bombeek ,al usted haber  dirigido la captura de la misma, debe estar presente en el juzgado a las 12 meridiano. El vuelo sale a las 6:00am. Se le espera y en su llegada se darán más instrucciones. —

Se cuelga el teléfono, quedándose el Inspector con la palabra en la boca, sin saber el por qué el adelanto del juicio, en qué haría de testigo de la Fiscalía. Aunque el único pensamiento coherente que le pasó por la cabeza fue:

— Tengo que preparar Café.
































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