Handong: Best girlfriend

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Eran vacaciones de navidad en Hogwarts y muchos compañeros empacaban sus cosas para volver a sus casas y celebrar las festividades con sus familiares, incluso había algunos que se despedían de otros en los cuartos. Solo la minoría iban a quedarse en la escuela y pasar sus vacaciones ahí, ese era el caso de T/N; su familia estaba teniendo cierto tipo de problemas últimamente, peleaban y discutían muy seguido según lo que su hermana Lea le contaba todo lo que pasaba por medio de cartas que le ha enviado a lo largo del año. En la última carta que recibió, su hermana le pidió no volver a casa por su seguridad, era mejor que se quedara en Hogwarts donde pudiera estar a salvo y tranquila. Lea prometió seguir escribiéndole sobre lo que su sería en casa, pero sobre todo, que no se preocupara y que todo estaría bien.

T/N, sentada en uno de los sofás de la sala común frente a la chimenea, miraba como el resto de sus amigos salían por el marco del cuadro deseándole una feliz navidad. La chica de cabellos violeta fingió una sonrisa y les deseo lo mismo, siempre cambiando de tema cada vez que alguien le preguntaba por qué tendría que quedarse. Su gato dormía en su regazo mientras ella abría por 4ta vez consecutiva su libro favorito; _______, ya no sabía que más hacer si iba a quedarse sola con otros pocos alumnos, y no es que ella sea muy social. Fue siempre muy cerrada y apartada de la gente, no era muy fanática de los sitios muy poblados y en cierto modo le asustaba tener que mantener una conversación con una persona desconocida.

Inmersa en su lectura, no se percató que el cuadro se había abierto y otra persona ingresaba a la sala común de las águilas. Una chica de rojos cabellos y túnica esmeralda acompañada de un felino gris. Se dio cuenta de la otra chica apenas entrar y al estar distraída en su libro, aprovechó la oportunidad de sorprenderla un poco, se acercó lentamente y cubrió sus ojos con delicadeza. T/N sonrío.

-¿Quien soy?-

Para la Ravenclaw le era más que sencillo descifrar de quien era esa voz, era tan dulce y única que ni estando dormida podría confundir.

-Ya se que eres tú, Handong- La joven apartó las manos contrarias de sus ojos y al mirar atrás encontró a la chica que años atrás le había robado el corazón en clase de encantamientos -¿Como entraste aquí, Dongie-

La sala común de los Ravenclaw no era un sitio fácil de acceder; las contraseñas cambiaban de manera constante sin dar aviso antes de y los acertijos no eran sencillos, hasta para un mismo Ravenclaw era difícil pues no sabes a ciencia cierta qué clase de acertijo te pondrán antes de que entres. Ella aún recuerda sus primeros días en la escuela de magia y hechicería en los que tuvo que aprender a controlar sus nervios por su cuenta y pedir ayuda a otros chicos para resolver los acertijos, en esa primera semana fue necesaria la ayuda de 5 niños de la misma casa para poder pasar, lo lograron después de dos horas.

-¿Acaso no puedo venir a verte?- dijo con un puchero seguido de sonreír de manera burlona, se sentó al lado de la más alta y le quitó el libro de las manos, las entrelazó con las suyas y beso a su chica de manera apasionada. Esa Slytherin siempre estaba llena de sorpresas, un día puede ser tímida y dulce y al siguiente muy confiada y provocativa.

-No me refería a eso- El sonrojo le llegaba hasta las orejas, eran pocas las veces en que Handong se ponía así, no era que se quejara si no que aún no se acostumbraba a ese "comportamiento" que tenía de vez en cuando -Es que....no es fácil entrar aquí-

-Mmm no fue tan difícil- sonrío inocentemente la pelirroja recostando su cabeza en el hombro de T/N -Solo escuche a otro de los tuyos decir la respuesta en voz alta, tuve suerte de que hayan hecho la misma pregunta-

-Ah ya, eso tiene mas sentido- T/N dejo a su mascota en el suelo y atrajo a Handong a sus brazos, acurrucadas las dos en el sofá

-¿Por qué no has empacado tus cosas? El tren está por salir en 10 minutos-

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