Pedí un guardaespaldas y conseguí a alguien mucho más peligroso.
—Ya tenéis números pares —les grito.
Harry afloja su corbata, mostrando más cuello grueso, sus ojos en
los míos.
—Cualquier equipo en el que esté, necesitará menos hombres.
Por una fracción de segundo, me imagino poniendo mis labios en
su cuello. Se sentiría cálido. Sabría a hombre.
—Tengo ganas de derribar a alguien —susurra.
Suena sexy como el infierno, y un susurro de electricidad retumba
entre mis piernas. Es como si estuviera reteniendo a toda la fiesta como
rehenes, incluyéndome a mí.
—Prométeme no hacerle daño a nadie —le suplico.
—Relájate —sonríe—. Tengo todo bajo control.
Alguien grita algo sobre una pelea de amantes. De hecho, hemos
convencido a todos aquí de que somos una pareja. O Harry lo hizo, de todos
modos.
—No llevas la ropa adecuada —señalo
—. ¿No ves cómo se cambió
todo el mundo?
Él se quita la chaqueta de su traje. Los músculos abultan debajo
de su camisa de vestir blanca.
—Vosotros, los estadounidenses pensáis que debéis tener ropas
especiales para cada actividad. No hay nada que no pueda hacer así
vestido.
Mi mente gira con visiones de él inclinándose sobre mi cuerpo
desnudo, follándome. Y de repente, estoy pensando en él con esa
máscara.
Inclina la cabeza pareciendo leer mi mente.
No… él no podría.
Los hombres detrás de él están peleándose por quién lo conseguirá.
Es el hombre más grande y más fuerte que hay aquí, pero aún más, todos
sienten al animal en él. Sin embargo, ninguno lo siente tanto como yo.
—Confía en mí, liddle r-r-r-abbit.
Sigue a los hombres por la puerta vidriada de atrás.
Las mujeres me acribillan a preguntas. La hoja que le había escrito
a Brad el guardaespaldas tenía todo tipo de hechos, como cuándo nos
conocimos y nuestra primera cita. Ya que Harry se burló de la hoja, debo
suponer que no la leyó. Así que me mantengo en hechos vagos. Me
encontré con él durante un paseo. Él es muy reservado. ¿Su empresa?
Alguna compañía rusa que yo no comprendo. No conozco hechos
externos de él, pero lo conozco por dentro. Es posesivo y apasionado. Es
obstinado. Cuando decide algo, no se puede convencerle de que no lo
haga.
Él se hace cargo de ti como un torbellino, digo en un momento,
porque así es como me imagino que sería. Él con su máscara. Me
penetraría, bombearía en mí, y el dolor de él sería hermoso.
Creo que todas están celosas de mí.
Bueno, yo estoy celosa de mí.
Él va a hacer esto e irse.
Pero yo quiero que él se quede.
* * * * *
Los hombres vienen del fútbol con las mejillas sonrosadas. Bennett
tiene sangre en el labio. El señor Winston Finance está mojado de pies a
cabeza… como si hubiera sido placado. Harry está radiante. Riendo.
Devolviendo palmadas en la espalda.
Bennett sale precipitadamente de la habitación.
Llevo a Harry a un rincón.
—¿Hiciste eso? ¿Su labio?
