Perdóname

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El olor lo conducía en dirección a casa del desaparecido.

Al acercarse notó en el suelo, algunas manchas de sangre y algunas plumas doradas también. De golpe dio un brinco evitando ser atacado por un chocobo asustado y rodeado de zombies. Ágilmente Vegetta se deshizo de los zombies y se sacó su máscara para que el animal se tranquilizará al verlo.

-Calma Rubier, calma, soy yo, soy Vegetta- dijo intentando tocarlo con sumo cuidado- ¿qué te han hecho pequeño?- se preguntó al verlo tan lastimado- Rubier ¿dónde está Rubius?- le preguntó al ave.

El chocobo ya más tranquilo y viendo que no se encontraba rodeado ni en peligro alguno, se dejó acariciar por su defensor, y levantó su cabeza en alto, señalando la casa de su dueño.

-Espera aquí- le dijo al chocobo y corrió al ascensor que lo subiría hasta la casa- ¿RUBIUS?- lo llamó de un grito- ¿RUBIUS ESTAS AQUÍ?- la casa se encontraba en penumbras, no había nada más que zombies en su interior. Registró la casa por completo, pero no había rastros de él en ella.

-¿Podría ser?- se preguntó caminando en dirección a la casa del árbol que él mismo le había obsequiado por su cumpleaños.

Con un salto brusco y ágil a la vez, saltó desde la isla flotante y cayó en la copa de aquel árbol, bajó al segundo piso, y a pesar que estaba oscuro aún pudo escuchar un débil sollozo en su interior.

-¿Rubius?-.

-Vege... perdón... perdóname...- se lo escuchaba sollozar entre sueños- soy... de lo peor...- se encontraba tirado en el suelo, cerca de la cama y bastante lastimado, seguramente por intentar escapar de los monstruos de esa noche.

-Ssssshhhhh chiqui, ya estás bien- dijo ayudándolo a sentarse en la cama.

-Vege...- susurro muy débilmente.

-Sssshhh aquí estoy, calma- dijo abrazándolo con fuerza. Sentía como su propia fuerza regresaba de alguna forma mágica y misteriosa a su cuerpo.

-Veg... me... odias... ¿verdad?- seguía hablando en sueños, mientras las lágrimas continuaban fluyendo cayendo pesadamente sobre el pecho del mismo Rubius.

Vegetta no soportó ver esa expresión de dolor y miedo en él. Tomo su rostro con cuidado y lo besó con tanta dulzura que por una fracción de segundo se olvidó del mundo. Volvió a abrazarlo y le susurro muy bajito- no podría odiarte ni en millones de años luz- sintió como la mano de Rubius se cerraba sobre su pecho apretando un poco el traje de lobo nocturno- tontito- le susurro Vegetta con una amplia sonrisa.

Lo vio dormir más calmadamente acomodándolo suavemente en la cama. Bajó a la primera planta de la casa árbol y se comunicó con Akira, pidiéndole que en cuanto saliera el sol, viniera en Nube para llevarle la ropa y poder quitarse el atuendo de lobo nocturno y avisar a sus amigos de la aparición de Rubius.

En cuanto amaneció Akira hizo lo que Vegetta le pidió. Se asomó a ver a Rubius dormir con una toalla en su frente.

-Ve por el doctor de la aldea por favor- le pidió Vegetta mientras terminaba de cambiarse- aún tiene bastante fiebre y necesitará medicinas-.

-Gracias a los Dioses que lo encontraste- dijo aliviada- Nieves querrá verlo, aunque aún estaba dormida-.

-Si, pero lo llevaremos a casa, así que luego de ir a por el medico regresa a casa y espéranos allí-.

-Vale- asintió la joven.

Luego de que el doctor de la aldea reviso a Rubius y le dio a Vegetta la medicina que debía suministrarle durante los días de reposo, llegaron Luzu y Alexby. Pudo distinguir en ellos una expresión de alivio al verlo dormir calmadamente.

Entre los tres llevaron al herido a casa de Vegetta, donde Nieves y Akira los esperaban. Se decidió que ambos se quedarían en la casa junto con sus animales hasta que Rubius hubiese mejorado su condición.

-¿Crees poder encargarte de Rubier, Alexby?- preguntó Vegetta mirando al herido chocobo.

-Claro que si hombre, en Karmaland soy el mejor cuidando a sus animales, déjamelo a mi- respondió Alex- es mejor que tú te ocupes de Rubius- agregó.

Alexby se despidió de Vegetta y Luzu, llevandose al chocobo hasta su casa para poder tratar sus heridas, pero sobre todo, para no darle más trabajo y preocupación a Vegetta.



Bobadas de la Autora:

Cómo me quedo muy pequeño el capitulo anterior, quise compensarlo un poco. Así que dejo este nuevo.

El siguiente sí será el domingo... 

Espero que pasen un increíble fin de semana!!

¡Te Quiero Conmigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora