Gerbera [JohnTen]

Capítulo 17

Había perdido la cuenta de cuantas veces lucho contra obstáculos para mandar cartas a escondidas de sus padres y del mismísimo señor del correo. Al principio de nieto del señor era amable y lo ayudaba a mandarlas a escondidas, sin embargo con el paso de las semanas se había fulero complicado para él también y terminaba ayudando a Chittaphon con ciertas muecas o diciendo que no prometía nada. Chittaphon siguió sin recibir una respuesta a sus cartas y ya no recordaba cuánto había pasado desde que recibió la última hoja de papel con un saludo por parte de John, bueno realmente sí lo recordaba porque tenía la fecha bien colocada en la esquina superior derecha, simplemente a veces prefería fingir que la fecha era de días antes de leerla por enésima vez.

Recostado sobre su cama mientras miraba el techo se preguntaba si debía mandar otra carta esa semana, ya iban tres y era viernes. Tocaba el dije que John le había dado —y que ocultaba de sus padres— y de pronto sintió que se le iluminaba todo.

—Oh por dios, qué tonto soy —rió levemente y luego estiró una mano para acariciar el pelaje de Revontulet que dormía en la cama —. Es obvio que no estoy recibiendo respuesta de Johnny porque no le llegan mis cartas... Quizá el chico del correo ya no se ha atrevido a mandarlas pero no me lo dice o quizá su abuelo las ha encontrado y le ha prohibido mandarlas. Bueno, tiene sentido... definitivamente es la única opción —sonrió y luego mordió su labio inferior mientras pensaba —. Sé que John no me contestaba de antes pero bueno, esas cosas pasan, las cartas pueden perderse, mojarse, irse junto a otras cosas... —se sentó y miro a su zorrito —¿Qué debería hacer, Revontulet? John debe creer que ya no quiero saber de él o que lo he olvidado. Necesito encontrar una manera de comunicarme con él.

El pequeño vulpino miraba con ojos curiosos a su duelo mientras éste hacia pucheros porque no sabía qué hacer y cada vez estaba más triste por estar lejos de su amado John. Por la cabeza de Ten pasó el intentar irse a escondidas con alguna persona a al ciudad, sólo unas horas, saltarse la escuela y poder visitar a John en la ciudad... pero toda la gente conocía a su familia y seguro lo delatarían; otra opción era esperar un viaje a al ciudad de los que hacía su padre, pero no podría irse de su lado sin que supiera y de todos modos no sabía moverse en la ciudad; la última opción era llamar a John pero era riesgoso y difícil, porque no sabía su número y porque sus padres tenían el teléfono en su habitación y usarlo sin su permiso sería realmente complicado. La cabeza le dolía intentando tener una solución, si tan solo en el pueblo hubiera señal podría obtener un celular y llamar a John o si hubiera internet podrían mandarse e-mails... pero estaba atrapado en ese sitio.

Le gustaba el pueblo, le gustaba la vida tranquila que tenía, pero estaba comenzando a cansarse de no tener opciones para saber acerca de John y le comenzaba a dar miedo que el chico se olvidara de él o creyera que ya no sentía nada por él. A veces soñaba que John llegaba en un auto en la noche y a escondidas Ten subía a éste con una maleta y huían para estar juntos en otro sitio, riendo felices por verse otra vez; en otras ocasiones los sueños de Ten eran sobre John vestido de negro como en las películas de espías, disparando a tipos malos para rescatarlo de una jaula colgando sobre un lago lleno de tiburones; los más raro eran cuando sus padres le decían cosas como que al fin habían entendido que debía estar con el amor de su vida y abrían una puerta, salía John y decía que ahora vivirían juntos en una casa que construyó cerca del río... y era raro porque sus padres jamás dirían eso y definitivamente John no construiría él mismo una casa. Pero le gustaba mantener esperanza con sus sueños.

—¿Qué pasa contigo? —dijo aquella conocida voz y salió de su transe, viendo hacia la puerta al fin.

—Sólo estaba pensando...

—¿En qué?

—En John —la mirada de extrañeza por parte de su hermana le hizo sonreír —. Hace meses que se fue y... no sé, me puse a pensar en si ya era diferente, en si estaba mejor con sus padres y esas cosas.