Gerbera [JohnTen]

Capítulo 14

El corazón de Chittaphon estaba muy acelerado y sentía sus mejillas arder, probablemente estaban rojas como dos dulces manzanas del huerto de su padre. John lo seguía abrazando y su barbilla descansaba sobre la cabeza ajena, sentía una calidez inexplicable dentro de su pecho y la sonrisa en su rostro denotaba estar cargada de una felicidad inigualable. Con lentitud se separó un poco del chico más bajo, tan sólo para mirarle a los ojos unos segundos y de una forma lenta inclinarse a dejar un beso en su frente, luego sus labios bajaron hasta el ápice de esa bonita nariz respingaba que el menor tenía.

—John... —susurró el menor, con ojos cerrados y mejillas encendidas —¿De verdad te gusto también? Tus palabras hacen que mi corazón se sienta tan agitado y mi estómago estrujado.

—No miento, no podría mentirte con algo tan serio... —dijo en voz suave, siendo completamente honesto.

El tailandés alzó la mirada para observar nuevamente al mayor, sonrió de manera dulce y algo torpe, se sentía avergonzado con todo aquello. Su mente ya no era una bola de confusión, ahora tenía un poco más claro lo que pensaba y lo que sentía y de cierta manera poder decir en voz alta que aquel hombre frente a él le gustaba lo hacía sentir aliviado... a pesar de que problema eso no era tan normal.

—Soy muy feliz... creo que nunca había sentido algo así en toda mi vida —rió levemente y sin pensarlo mucho volvió a abrazar al mayor, apretándole un poco y recostando la cabeza contra aquel pecho.

—También me siento feliz —susurró con una sonrisa, enseguida acarició suave la espalda del menor.

Unidos en aquel abrazo en el cual se expresaban lo que sentía John percibió el aroma a hierba fresca que provenía del cabello del más joven, la colonia maderosa de John inundaba las fosas nasales del tailandés y embriagado con aquello terminó hundiendo su nariz en aquel cuello, aspirando su aroma tan varonil y único. Con un leve cosquilleo en aquella zona John le acarició el pelo, el menor de ambos alzó la cabeza de aquel sitio y sus rostros nuevamente se encontraron frente a frente, ambos pares de ojos deleitándose con la visión del otro en aquel momento tan lleno de sentimientos verdaderos.

—No puedo creer lo lindo que eres... — susurró el citadino, llevando una mano a acariciar con la yema de los dedos la mejilla ajena, ante el tacto el menor cerró sus ojos —Quiero... —susurró.

No dijo más, tan sólo inclino más su rostro hasta que estuvo el mismo a escasos centímetros del ajeno. Las respiraciones de ambos se fundieron, podían sentir el aliento del otro en sus rostros, el menor sentía el corazón desbocado y al mismo tiempo esa ansiedad y necesidad de sentir más cerca a aquel alto hombre frente a él. Su mente comenzó a divagar, John ansiaba probar esos labios y al mismo tiempo se preguntaba si era lo correcto puesto que probablemente la mente del menor seguía confundida. Pero al carajo eso, en verdad estaba deseando ese contacto.

Sus labios finalmente se unieron en un beso suave y muy lento, John quería mostrarle a Chittaphon cómo era ser besado por quien te gusta, pero quería darle la experiencia de un buen primer beso. El menor era torpe, apenas y movía un poco los labios y era comprensible si nunca había besado antes, sin embargo siendo guiado por un paciente y dulce Johnny el beso logró completarse de una manera agradable.

El menor estaba hecho un manojo de pena, pero en su rostro ruborizado con ahora labios húmedos podía verse una mueca de gusto, probablemente estaba feliz con aquel primer beso y en su inexperiencia le parecía un buen beso. Para Johnny era un beso tierno, sí, pero bastante flojo comparado a lo que acostumbraba y no podía mentir. Tenía años sin dar un beso así de tranquilo, simple, lindo.

Luego de algunos minutos donde entre sonrisas juguetonas se observaban ambos decidieron volver al invernadero con Kulisara, tratando evidentemente de no parecer muy eufóricos por la reciente confesión y el primer beso de su... bueno, digamos que de su casi relación sentimental.