Lo que soy

72 21 10
                                    

No puedo dejar de mirar a todos aquellos que atestan la habitación. Una blanca, sin adornos. Cada uno de aquellos habitantes se observa con confusión. Algunos distraídos, contrariados. Yo me hago a un lado. Estoy asqueado. Un hombre pasa y me roza, dejando en mí un fluido pestilente y pegajoso. Él no se inmuta. Todavía no entiendo que mis padres me hayan abandonado junto a estos fenómenos. Sé que he cambiado, lo puedo sentir en mi piel, en mi mente y en mis facciones, sin embargo, poso mis manos sobre mis mejillas fibrosas y algo desgastadas. Hay algo raro en mí, y cómo no, si mis propios progenitores me han puesto una máscara para que no me vea. Avanzo, tratando de no pasar a llevar a nadie, pero me es imposible. Nos llaman por números y es mi turno. Seis, grita una de las enfermeras. Me acerco sigiloso, preguntándome el por qué estoy junto a ellos. Hace que me siente y me toma la presión, para luego pasarme un espejo y decirme "ten cuidado, no vayas a espantar al resto cuando te quites lo que traes puesto, que tu mutación va avanzando, y pronto tendremos que amarrarte".

Historias de ultratumbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora