C5

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La noche llego y rápidamente me dirijo a la azotea, dónde veo a Christopher, sentado esperándome
Me acerco con rapidez hasta sentarme a su lado

—¿Cómo te sientes? —Me pregunta y yo solo suelto un suspiro

—Bien —Digo de una manera seca, aunque mi respuesta va más allá de ello

—Se que las voces de tu cabeza te vuelven loca —Dijo Christopher mientras me daba una pequeña sonrisa —Alucinas y ves cosas que no deberías —Dice y yo solo agachó la mirada, me acerco más a él y me hundo en sus brazos

—¿Y que hago? —Dije y él se encogió de hombros

—No lo sé... Solo hay que relajarnos un poco y deja de pensar en drogas, no está bien —Dice y yo solo asiento, me siento bien con él

No sé como es que estoy con él, un chico que puede matarme en cualquier momento, que si no fuera porque le agrado ya me hubiera matado en la primera oportunidad

—¿Sabes? Siempre quise matar una mujer —Dice y no puedo evitar tensarme, tengo miedo

—¿Enserio? —Digo curiosa y él asiente

—Si, matar a una mujer y quedarme con su suave cabello, ver su rostro agonizando y su piel amoratada —Dice y no puedo evitar no tenerme miedo —Pero jamás te haría daño, _____ —Me dice, eso no logra tranquilizarme por completo, pero no me alteró más —¿Estás cansada? —Me dice y yo niego

—No, contigo no —Dije y sentí como me pegaba más a él

[>>>]

Siento como la claridad me da en toda la cara
Abro los ojos y me levanto del suelo, estoy sola, Christopher no está a mi lado, con sigilo, me dirigí hacia la puerta, me adentro al edificio y con mucho cuidado bajo al comedor, deben estar dando el desayuno

Veo a un par de enfermeras empujar a un anciano, pero decidí ignoras e ir a buscar a Christopher, me dejó allá y ni siquiera me despertó

Pero antes de que llegue a mi habitación, la voz de un enfermero me llama

—Oye, debes ir por tus medicinas —Me dice el tipo, sin perder más tiempo, me dirigí con él, me guío hacia el almacén y comenzó a buscar mis pastillas, yo solo lo miro buscar, pero no digo nada —Aqui tienes —Me da el pequeño botecito y sin más, salgo de ahí, camino hacia mi habitación, al entrar, Christopher esta ahí

—Buen día —Me dice con un rostro serio

—No fue tan bueno para mí —Dije y él solo hizo una mueca, tomo las pastillas en la palma de mi mano, pero antes de que las tomé, él me detiene

—No te las tomes, son patillas que te matarán lentamente —Me dice con mucha seguridad, lo miro y sin importarme, las tomo —Te dije que no lo hicieras —Me dice Chris y yo solo me lanzo a mi cama

—¡No me importa! —Dije molesta, él rueda los ojos

—Eres demasiado testaruda —Me dice pero yo ignoro sus palabras, me dirigí a mi cama y cerré mis ojos tratando de dormir —¿Harás esto? ¿Enserio? —Me dice pero nuevamente lo ignoré, sin más, me hago oídos sordos, segundos después abro mis ojos él ya se había ido de ahí, seguramente molesto...

[>>>]

Todo está negro, no logro ver nada, siento como mi corazón late a mil por hora, quiero gritar, pero pareciera que no me sale la voz, me trato de remover en la cama pero nada, estoy paralizada

¡Ayuda! ¡Auxilio!

Solo lo pienso, ya que mis labios parecen sellados, sin más, siento mis lágrimas caer, no puedo hacer nada

¡Mamá! ¡Mami! —Gritaba ______ asustada mientras aquel hombre con la cara cubierta se acercaba a ella, su madre permanecía en el suelo mientras que otro hombre le rompía el vestido y trataba de poner resistencia

—¡Por favor! ¡No le hagan daño a mi niña! ¡A ella déjenla en paz! —Dice la madre desesperada, pero los hombres hacían oídos sordos y seguían con sus acciones, también se podía escuchar a otra persona por la casa, saqueandola mientras ellas eran lastimadas

—¡Mami! —Grito _____ con desesperó mientras mientras aquel hombre le metía las manos entre las piernas, _______ trataba de poner resistencia, pero aquel hombre era mucho más fuerte y estaba dispuesto a hacerle daño

—¡No! ¡Deja a mi hija! ¡No le hagan daño! ¡Por favor! ¡A ella no! —Gritaba la madre en medio del llanto, pero aquel hombre se harto y sin perder más el tiempo, tomo un cuchillo que traía al llegar y comenzó a clavarlo en el pecho de la mujer una y otra vez hasta 8 veces, dos en el pecho, 4 en el abdomen, una en el hombro y una en la frente

—¡No! ¡Mami! ¡Mami!... ¡Mamá!...

Locura ||C.V. Y TÚ||TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora