El chico que tenia el universo en su mirar

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Se puede ver en el cielo el resplandor de un relámpago creado por un rayo, al poco tiempo  se puede escuchar un trueno distante. El crepúsculo se acercaba a su final.

     Zev camina por uno de los ya oscurecidos pasillos del castillo sujetando dos candelabros en ambas manos. Debido a su miedo a la oscuridad su agarre es bastante fuerte y con regularidad mira hacia atrás, a la distancia puede lograr distinguir una suave luz provenientes de dos candelabros situados a ambos lados de una puerta al principio del pasillo. Una sombra oscurece lentamente aquellas luces por un momento.

     Zev acelera su paso, está convencido de que son simples supersticiones suyas y realmente nada alto y que no podía divisar, había caminado frente a los candelabros detrás suyo. Cierra los ojos mientras camina cada vez más rápido. Un sonido lejano delante suya hace que abra los ojos.

     —¿Hay alguien ahí? —Dice mientras eleva uno de los candelabros para aumentar el campo de visión que le proporciona la luz. Nadie responde. Niega con la cabeza mientras se ríe levemente burlándose de su propio miedo e ingenuidad. ¿De verdad pensó que había algo en la oscuridad delante suya?

     "Debería de volver a la sala de servicio con mis compañeros". Piensa y decidido se da la vuelta para devolverse por el pasillo por el que vino... Pero hay algo que logra asustarlo y hacerlo cambiar de opinión, la luz de los dos candelabros que estaban junto a la puerta al principio del pasillo no están. Es todo completa oscuridad.

     "Voy a irme por otro lugar más adelante". Piensa y se voltea para seguir su camino hacia adelante por el pasillo en el que está, al dar vuelta en una esquina puede ver a la distancia cómo Alphonse se acerca hacia él, entonces se esconde en la esquina pidiendo que no pase por frente suya y lo vea. Sin embargo, después de esperar unos segundos a que pasara Alphonse, Zev vuelve a asomarse por la esquina y se da cuenta de que Alphonse ha desaparecido.

     "¿Se habrá metido en una de estas habitaciones de acá?". Piensa mientras mira unas 2 puertas a ambos lados del pasillo. Entonces decide caminar por donde acababa de ver a Alphonse y decide seguir su camino por el pasillo, después de caminar un poco se da cuenta de que esa zona se le hace extremadamente familiar. Pasa por una ventana que sin duda no podría olvidar.

     "Una ventana como esta estaba al final del pasillo de la habitación de Félix". Piensa y entonces acelera su paso hacia adelante buscando encontrarse con una puerta decorada con motivos de sol y luna en su marco, para su suerte, logra divisarla al recorrer más el pasillo. Se sorprende al ver cómo ese lugar podía ser uno de los mejores laberintos jamás creados, y ni hablar de noche, que lo único que ilumina los pasillos son algunos que otros candelabros de pared al lado de ciertas puertas y las ventanas por las que entra la luz de la luna.

     Toca suavemente la puerta de la habitación y llama a Félix que espera que se encuentre dentro, sin embargo, nadie contesta. Zev se extraña bastante ya que no tiene la más mínima idea de donde podría estar su amo, más si tenemos en cuenta que el lugar era completamente nuevo para él y lo suficientemente grande para perderse. Claro que su amo sería una de las excepciones, ya que vive allí. Vuelve a tocar la puerta pero esta vez con un poco más de fuerza, pero recibe a cambio la misma respuesta, pareciera ser cómo si no hubiera alguien al otro lado.

     "Supondré que no está dentro, por mi suerte, recuerdo como devolverme al vestíbulo ahora que sé donde estoy". Piensa y decide encaminarse guiado por los recuerdos de su mente. Al dar unos cuantos pasos se queda inmóvil al escuchar cómo una puerta a sus espaldas es abierta lentamente emitiendo un chirrido bastante aterrador. "¿Por qué siempre las puertas antiguas suenan de esa manera?" Se pregunta a sí mismo mientras lentamente vuelve a ver.