Orgullo

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Pov Katsuki.

Era otro estupido día, donde la vieja me gritaba desde el comedor diciendome que bajara a comer o tragaria aire. Me levante pesadamente de la cama para ir a lavarme la cara y los dientes, para seguir a vestirme y bajar a tomar el estupido desayuno. Mientras comia, me preguntaba que le haria hoy a Deku. Anelaba que el solo me viera a mi, por lo que cada vez que me acercaba me encantaba ver como temblaba como un tierno chihuahua, solo tenia que decir unas simples palabras y todo acabaria "Kacchan ayudame" verlo como otros lo tocaban no era de mi agrado y por eso siempre le miraba mal, para que entendiera que no debe ser tocado por nadie mas que yo. Una vez que devore el desayuno, me fui directo a la escuela. Al llegar vi que Deku un no llegaba pero sus sorpresas ya estaban listas, como siempre llego y saco su pañuelo, pero de alguna forma note que no podia moverse bien, ¿acaso alguien le habia hecho algo en sus brazos?, bueno era de esperarse pero me sorprende mucho que hubieran ido por sus brazos, me pregunto cual era el objetivo.

Durante la clase de educacion fisica uno de mis inutiles seguidores se acerco y me conto que una chica de 2do año se le acerco a Deku y el maldito Deku parecia estar en un ambiente agradable con la perra aquella. Deku me las pagaria por acercarse a una ramera. Y la ramera tambien sufriria las consecuencias. De un momento a otro, escuche un "splash" el cual provino de dos inutiles quienes le arrojaron agua fria al nerd, si por culpa de ellos se enferma el nerd y ya no tengo con quien jugar, me encargaria de ellos personalmente. Deku salio a paso lento a cambiarse, lo cual no me importo.

Ese mismo día fui a buscar a la zorra, a lo cual la lleve a donde conocio a mi Deku y la jale de los pelos, para hacer que me dijera todo, ella solo dijo que le habia devuleto la libreta al nerd y que penso que seria buena idea dejarle una nota, la cual se reuso a decirme que es lo que habia escrito. Sin mas le explote la puta cara y me fui.

Durante la semana vi distraido al inutil de Deku, aparte que le dolian mucho mas sus brazos, pero bien que lo fingia el desgraciado. Pronto llego el viernes, el dia mas esperado, para hacer que aprendiera que no debe juntarse con zorras. Deje que todos hicieran su desmadre y espere a que Deku estuviera solo. Antes de educacion fisica les dije a los inutiles que le aventaron la cubeta de agua fria al nerd, que habia un cubeta con agua asquerosa en el patio trasero, cerca del baño de los club al aire libre. Tal como espere los bastardos hicieron lo que yo queria, pero no pense que esta seria la primera vez que todos vieran a mi Deku llorar a cantaros y salir corriendo. Muchos se rieron y burlaron, pero yo ahora estaba seguro que algo estaba mas extraño de lo normal. Camine a los vestuarios, donde no vi a Deku, sin embargo en cuanto sali, comence a buscarlo, hasta que escuche por los pasillos a una chicas.

−No pude fumar gracias a cierto tipo que lloraba cerca del almacen−Se quejo 

−Lo se, yo lo pude escuchar mientras estaba con Jeam− Siguio la otra

Esto me dio una pista para encontrar al arbusto con patas, me presure y llege al primer almacen y nada, llege al segundo y nuevamente no habia nada mas que una pareja a punto de coger y cuando llego al fin al ultimo almacen allí abri la puerta y lo ahí lo ví, era mi Deku, pero ¡¿que demonios hacia?! ¡¿que carajos hizo?! ¡¿porque tenia los brazos llenos de sangre?!, por un momento yo habia pensado que no estaba pues no escuche ningun jadeo de sus lloriqueos, pero si estaba llorando, ¿como era posible llorar sin soltar algun ruido?, al verlo de arriba a abajo, lo entendi todo, Deku siempre venia a la escuela con ojeras y sus ojos inchados, así que seguramente se esforzo para no hacer ruido cuando lloraba mientras su madre estaba en casa. 

Al ver que Deku tenia la punta del cutter bien enterrada me sobre exalte, y corri a quitarselo antes de que hicera una esupidez mas grande. Pero fue cuando me di cuenta, el unico estupido fui yo, Deku seguramente lloraba porque no era aceptado y siempre era acosado, soy un estupido, pero ahora ¿que es lo que puedo hacer?. Estire sus brazos y note que en ambos brazos tenia cicatrices y nuevas heridas, así que por eso se comportaba tan distinto. Lo abrace y solo pude decirle lo que pude articular.

Amor de pocas esperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora