Pov Yahiko
-El amor significa sacrificio. --- coloqué la palma de mi mano bajo la lluvia, procesando todo lo sucedido, parecía tan irreal, pero no lo era, ella ya no estaba conmigo como siempre lo había hecho. --- Y tú lo demostraste, ____. Tal vez si yo lo hubiera aceptado desde antes, entonces tal vez todo hubiera sido diferente.
Años atrás.
Esperaba a Konan, quien había salido desde ya hace un rato, estaba tardando, la lluvia había empeorado además era peligroso estar afuera por ser una época de guerra.
Escuché unos pasos acercarse, mientras administraba la comida que habíamos robado Konan y yo para mantenernos con vida. Pero no eran solo de una persona, sino de varias.
Me di la vuelta encontrándome con un chico pelirrojo y un pequeño perrito, Konan estaba a su lado entonces todo fue claro.
-Konan, ¿Por qué trajiste a esos dos? --- Pregunté con molestia mientras la miraba.
-Lo siento, es que estaban a punto de morir. --- Me dijo tratando de justificarse. --- Pero no son dos, Yahiko, sino tres.
-¿Qué? --- Miré detenidamente hasta que la vi, estaba detrás del pelirrojo, parecía asustada y desconfiada.
Me acerqué para poder verla mejor, su cabello era negro; sin embargo al estar ocultándose no podía observarla bien.
Giré mi cabeza para ver al perrito, el cual me miraba con la cabeza ladeada, entonces hablé.
-¿Trajiste incluso al perro? --- Volví mi vista hacia el pelirrojo, quien no dejaba ver sus ojos. --- Rayos, ¿Cómo se llama?
-Chibi. --- Me contestó este de manera rápida.
-Que nombre más raro tienes. --- Dije arqueando las cejas a la vez que trataba de ver sus ojos.
-No, me refería al perro.
-Ven conmigo, ____. --- Dijo Konan tomando la mano de la peli-negra. --- Hay que comer algo.
Entonces pude verla mejor, su cabello oscuro al igual que sus ojos, tenía algunos rasguños en el rostro y manos. Además era más pequeña que Konan.
Ambas se adentraron y me dejaron solo con el chico. Él parecía que miraba fijamente a dónde se llevaban a la otra muchacha, pero no estaba seguro.
-¿Es tu novia? --- Le pregunté mostrándole una sonrisa pícara en mi rostro.
-Es mi hermana. --- Contestó a la vez que giraba su cabeza.
-Ya veo, entonces ¿Cómo te llamas?
-Nagato. --- Su voz era fría, hacía que mi piel se pusiera como gallina.
-Yo soy Yahiko. --- Estreché mi mano con la suya transmitiendo confianza. Pude notar que se tensó un poco, entonces su estómago rugió haciéndome reír. --- Vayamos con ellas.
Solté su mano comenzando a ir a dónde se encontraban las dos chicas.
-Yahiko, que prefieres ¿manzana o sandía? --- Preguntó Konan, mostrándome ambas frutas.
-Yo quisiera comer comida casera. --- Toqué mi estómago con la cabeza gacha. Extraño la comida de mi madre.
-Tal vez y-yo pueda cocinar algo. --- Susurró la peli-negra jugando con sus dedos. --- En manera de agradecimiento por su ayuda.
-¿Sabes cocinar, ____?
-Solo un poco. --- movió sus manos en forma de nerviosismo. --- Lo que mamá llegó a enseñarme.