A veces, parece que el amor y la amistad no son del todo correspondidos. Creo, y me incluyo también que a veces no somos conscientes de la suerte que tenemos al contar con algunas personas y siempre es cómo que anhelamos el tener amigas con alguien que quizá no vale la pena. Afortunadamente, sé hay muchas personas alrededor que me quieren y que me tienen cariño, pero siento que ni yo ni muchos les damos el valor que se merecen. Quizá nos acostumbramos a que estén ahí cuando les necesitamos y puede que a veces les digamos "gracias por estar pero realmente no lo sintamos, pues el que estén para nosotros se vuelve en rutina. Sin embargo, me pasa que aparece alguna persona, me ilusiono, le veo el lado bueno, hasta le idealizo. Pienso que el el mundo no hay ni buenas ni malas personas, sino que cada quien es bueno y da lo mejor de sí con sus allegados. Luego quizá conocemos a esa persona, pero la vida es caprichosa, le prestamos atención, una atención que no valora y eso nos destruye poco a poco. Les dedicamos nuestro tiempo, perdonamos lo imperdonable, damos lo mejor de nosotros mismos, pero la vida y sobre todo este año me ha enseñado a dejar ir y aunque duela es algo que debemos asumir. A esa persona no le importamos y no es mala, simplemente tiene preferencias con personas que ve más afines. Al igual nos pasa a nosotros. Puede que alguien nos brinde ese amor y no sea recíproco por nuestra parte. En este sentido, también he aprendido a que a la primera falla, ya debemos dejar ir a esa persona. Porque al final todo nos consume, no vale la pena esperar lo que no va a llegar (y duele, sí), pero mejor cortar de raíz. No vale la pena perder nuestro tiempo y alargar las penas. Lo mejor es dejar ir y agradecer lo que ya tenemos. Contamos con gente maravillosas y eso es un tesoro que debemos cuidar. Lo mejor es dedicarle esas cosas bonitas a esas personitas especiales.♥️