Bia sonrió mientras que dejó a un Manuel algo sorprendido
—¿Eh?
—Sos un pésimo narrado, Pero sos un ángel, Gracias por todo lo que hiciste por mí
—¿A qué te refieres?
—A todo, no sé ¿Cómo?... pero primero te responderé algunas preguntas que me hiciste!, 1. Sí podía oírte, 2. Sí, la historia de Víctor y Helena fue triste, y ambos se merecen una explicación. 3. Sí, creo que merece ser feliz 4. ¡Vuelvo a decirte sos un mal narrador!
Manuel sonrió y negó, era increíble esto, Él pensó que Bia no recordaría nada de esto pero lo hizo, y sería tonto negar lo innegable, esto lo hizo muy feliz, demasiado feliz
—¿Cómo se atreve a decir que mis narraciones fueron pésimas?
Manuel se veía indignado, pero en realidad solo bromeaba, Bia solo pudo reír ante el rostro de su Doctor
—Lo son
—me alegra saber que pudiste escucharme, al menos sé que no perdí mi tiempo
—¡Oye!
Ambos rieron, pero Bia poco a poco borró esa sonrisa
—Qué sucede?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
P.O.V Bia
¿Fácil? Nada en mi vida fue fácil, mis padres eran cariñosos y buenos pero esto cambió cuando se enteraron que una de sus hijas estaba enamorada de un Gutierrez, Víctor era un buen chico y adoraba a mi hermana, pero la desaprobación de mis padres lo arruinó todo. Primero fue la excusa de que ser músico no ayudaría. Él abandonó esa idea por estar con Helena, pero Aún así Ellos no accedían a darles permiso de ser novios
Recuerdo aquella tarde
Helena se veía tan feliz y yo era feliz por Ella, después de días de verla llorar al fin sonreía, odiaba a papá y mamá por hacerla sufrir, por eso le pedí que me llevara con Ella, yo no soportaría si un día me emamoraba y Ellos se pondrían así, me moriría. Después de horas y horas se súplicas Ella aceptó, pero algo pasó, mi mamá nos descubrió y encerró a Helena, en cuanto a mí me golpeó de una manera que jamás me imaginé.
¡Odio esto!
Quise ayudarla pero fue imposible, la escuché llorar y suplicar pero no pude hacer nada.
¡MIERDA!
era una niña y tuve miedo. Al siguiente día mamá dejó salir a Helena, y Ella salió corriendo de casa todo fue muy rápido, pero cuando regresó y la vi Ella lloraba mucho, tenía sus ojitos hinchados, esto me llenaba más de ira, no era posible que esto pasara! Pero luego de secar sus ojitos Ella tomó mis manos y me miró fijamente