Soy una Rhee. (;Carl Grimes y tú;)

Cap 46

(...) Deanne se volvió más dura. Spencer, entró en crisis, culpando a Rick de absolutamente todo. Ron también. Cada vez nuestro grupo tenía más poder, eso no le agradaba para nada a algunos integrantes de Alexandría. Pese a su aparente perfección, el pueblo de Alexandría era vulnerable a muchos factores que podrían poner en riesgo la seguridad de la comunidad, debido a la ineptitud de sus habitantes de tener conocimientos de defensa contra los males que acechaban el mundo.

 A pesar de ello, la comunidad logró subsistir por sus propia suerte gracias a un camión que bloqueaba el camino de cientos de caminantes hacia el lugar y su favorable ubicación en medio del bosque, que hacía difícil ser encontrada por otros grupos. Sin embargo, cuando el tiempo comenzó a hacerle factura a la seguridad con que Alexandría dependía, la comunidad pronto comenzó a ser rescatada por el plan de Rick, quien decidió convertirla en su nuevo hogar y adiestró a los pobladores a sobrevivir al nuevo mundo que los rodeaba; tomando así las riendas de la comunidad.

 Mientras enterraban a Pete a varios kilómetros de distancia de la comunidad, Rick y Morgan, (quien había regresado hace poco tiempo) descubrieron además una cantera repleta de caminantes y dedujeron que esa era la razón por la cual Alexandría había logrado resistir todo ese tiempo sin ningún ataque. Ante el peligro inminente que representaban las criaturas, Rick organizó una reunión para decidir cómo afrontar la situación y sugirió llevar a la horda lejos de Alexandría, por lo que en los días posteriores todos los residentes de la comunidad trabajaron juntos para construir en el camino barricadas que ayudarían a desviar el paso de los caminantes. 

Cuando un derrumbe en la cantera puso en marcha el plan de Rick antes de lo esperado, el policía animó a los Alexandrinos a no perder la calma y gracias a ello comenzaron a desviar a la horda satisfactoriamente. Aunque en un principio todo transcurrió acorde a lo planeado, el repentino ruido de una bocina en la distancia terminó distrayendo a la mitad de los caminantes que marchaban por la ruta, provocando que se salieran del camino y comenzaran a dirigirse directamente hacia Alexandría. Rick y los demás miembros de su equipo se movieron a toda prisa para tratar de solucionar el inconveniente y lograron adelantarse a las criaturas por algunos minutos. 

Ante la urgencia de la situación, Rick optó separarse del grupo e ir en busca de la autocaravana que formaba parte de la barricada que estaba en el camino para así utilizarla para devolver a los caminantes que se habían desviado de la horda principal, y antes de partir le dio expresas instrucciones a Michonne y Glenn de regresar a la comunidad sin importar lo que suceda con las otras personas que estaban con ellos. Tras conseguir mover efectivamente el vehículo hasta el lugar por el que cruzarían las criaturas, Rick fue tomado por sorpresa por algunos de Los Lobos, y se vió forzado a dispararles. Como consecuencia del tiroteo, una de las balas perforó el radiador de la autocaravana, dejándola inutilizable justo en el momento en que la horda empezaba a emerger del bosque. Sin otra opción, Rick regresó corriendo a Alexandría, seguido muy de cerca por la gran horda de caminantes. (Todo esto nos lo contó él cuando nos pusimos a salvo).

 Las criaturas sitiaron la comunidad y dejaron aislados a todos los residentes, por lo que el policía rápidamente brindó un discurso para reinstaurar el orden y dio indicaciones de lo que deberían hacer hasta tanto los otros miembros del grupo que aún continuaban afuera regresaran a deshacerse de los muertos. 

A medida que la situación en Alexandría se tornaba cada vez más sombría, Rick trató de que Deanne retomara el liderazgo de la comunidad pero ella en cambio le delegó de una vez por todas el puesto de líder, asegurándole que lo necesitaban más a él que a ella. 

A la mañana siguiente, Rick continuó vigilando el perímetro para cerciorarse de que la situación no empeorara, y también se reunió con Morgan para reprenderlo por haber dejado escapar a algunos integrantes de Los Lobos.

Horas más tarde, mientras miraban los globos que Glenn y Enid  habían soltado, en señal de que continuaban con vida, Fuimos testigo de cómo la torre de vigilancia que se encontraba afuera de Alexandría se derrumbaba sobre los muros y permitía el ingreso de la horda de caminantes... 

A duras penas, logramos salvarnos de los que empezaban a invadir la comunidad y Rick dio la orden de que todos corrieran a encerrarse en sus casas. Deanne hizo caso omiso a sus palabras, por lo que Rick tuvo que rescatarla de dos criaturas que la habían acorralado y luego se refugió con ella y un par de personas más, que no logré identificar. 

Yo estaba con Alec, Ryan, Olivia y Grace. Al ver que Rick y su pequeño grupo corrían a esconderse, los copiamos. Nos dirigimos a nuestra casa. Nos encerramos allí y bloqueamos como pudimos las entradas y ventanas.

-Debemos dejar algún espacio en alguna ventana, por si vienen a buscarnos...- Dijo Grace. Alec abrió un hueco en una de las ventanas.

-Debemos hacer silencio ahora que está esa abierta- Dijo Ryan. Todos asentimos y nos quedamos allí. Me senté en el sillón, Olivia, Ryan y Alec me copiaron. Nos amontonamos allí y nos quedamos en silencio. Grace se sentó en el piso. 

-Debemos salir...- Dije en un susurro. Asintieron. -Podemos usar la técnica de ponernos muertos encima- Continué. Volvieron a asentir, y me levanté. Me dirigí a la puerta trasera con un cuchillo entre las manos, seguida de Alec y Ryan. Hicimos un pequeño ruido y pronto tres caminantes se acercaron. 

Con el mayor cuidado y silencio que pudimos, los re-matamos y los entramos. Les abrimos el pecho y nos pusimos sus sesos podridos encima. 

-Yo salgo primero- Dijo Olivia. Abrió la puerta y respiró hondo, cogió de la mano a Grace y salió. Luego Grace, luego Alec, luego yo, y por último Ryan.