-- ¡Mamá!-- Gritó la pequeña niña de tan solo doce años.
-- Cloe ¿qué ocurre?
-- ...
La pequeña tenía algunas manchas de sangre en su pantalón, la mamá de inmediato reaccionó y la ayudó con su problema. Después de resolverlo, la mujer sentó a su pequeña en el sofá color café claro que decoraba la habitación.
-- Hija, ya es hora de que sepas algo muy importante. La sociedad se divide en tres, ya te lo había contado ¿no es así?
-- Si, lo vi en la escuela
-- Bien, hay ciertos detalles que no te cuentan. La sangre que manchó tu pantalón te da a conocer que ya estás en edad de poder tener un bebé
-- ¿De verdad?-- No sabía si emocionarse o aterrarse.
-- Si, obviamente no tendrás uno ahora. Aún así ten cuidado
-- ¿Porqué?
-- Mira-- Tomó un tono más serio-- Esto sólo le pasa a los omegas ¿entiendes? Uno no sabe que sea hasta que cumple una edad determinada. En tu caso, eres una omega
-- ¿Eso es malo?
-- No, claro que no. Nosotros los omegas tenemos el bello obsequio de tener un hijo. El problema es que tienes que tener mucho cuidado, los omegas desprenden un determinado olor que atrae a los alfas. Esa fragancia sólo se intensifica una semana cada dos meses, así que debes estar alerta
-- Okay
-- Por el momento es todo lo que tienes que saber, cuídate
-- Lo haré-- Sonrió.
[...]
En la parada de autobús había una niña albina de trece años junto a sus padres y hermano. Su padre se parecía a ella mientras que su madre tenía el tono de piel similar a su hermano. La chica se la pasaba mirando al suelo, cuando llegó el transporte, los cuatro se subieron y se sentaron hasta el fondo. La pequeña se sentó a lado de la ventana. En esos momentos la niña estaba algo decaída, hace una semana había notado un cambio en su cuerpo, sus padres le explicaron que esos cambios se debían a que era una alfa, al principio estaba feliz por su cambio, pero en esos momentos ya no lo estaba mucho. A pesar de comenzar a cambiar, aún así no podía adaptarse, simplemente no sabía como hacerlo. Sus profesores le decían que no se preocupara, que su instinto la ayudaría, algo que nunca pasó.
-- Todo estará bien ¿cierto?-- La pequeña miró a su padre.
-- Si, es difícil adaptarte, pero verás que encontraras a la persona indicada. Por el momento sólo enfócate en tus estudios, si notas que tus instintos se llegan a salir de control, dominalos. Controla eso y estarás bien
-- Pero no he sentido nada de eso
-- Apenas eres una niña, aún falta que tu cuerpo se adapte a esta nueva etapa, así que no notarás muchos cambios por el momento
-- Está bien
-- Aún así tienes que saber de esto, nunca está de más saber
-- Si...
[...]
Al paso de los años, ambas chicas crecieron y los cambios de los que tanto hablaban sus padres comenzaron a hacerse más notorios. La peliazul notaba como algunos chicos e incluso chicas iban tras ella, más cuando su semana de reproducción comenzaba. Para muchos omegas era algo normal e incluso agradable para otros, pero para ella era una gran molestia. Odiaba como la fragancia de un alfa dominaba sobre el ambiente cada vez que se acercaba a ella, queriendo marcar su territorio.
No quería que ningún alfa la marcara, quería ser ella la dominante, así que simplemente se resistía a sus instintos y cada vez que estos salían a la luz para que fuera dócil y sumisa, reaccionaba de inmediato y mostraba un carácter fuerte y un poco agresiva. Sus tres amigos a pesar de que fueran alfas, la respetaban al punto que ella era la líder del grupo ¿un omega siendo líder de tres alfas? Era algo sorprendente, muchísimo alfas y hasta betas se interesaban en ella. Obvio la joven los ignoraba, a pesar que las declaratorias fueran de amor, no quería a ningún alfa en su vida. Solía coquetear con betas e incluso con omegas, actuando como si fuera una alfa. Su carácter era casi similar al de esos seres, pero obviamente no se igualaba a ellos, la naturaleza no puede evitarse al cien por ciento.
No quería ser sumisa, no quería ser dócil... No quería ser una omega
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ᴀ ᴄ ᴇ ᴘ ᴛ ᴀ ᴄ ɪ ó ɴ 🥀🌹 𝕔 𝕝 𝕠 𝕖 𝕩 𝕒 𝕛 𝕒
Fiksi PenggemarUna alfa que no sabe serlo, por mucho que lo intente, nunca ha podido actuar como tal, algo que era imposible para la sociedad, ya que su jerarquía de basaba por instinto, pero la joven nunca supo cómo manejarlo. Una omega que no aceptaba su destino...