Taraxacum officinale

839 100 10
                                    


Luego de tres meses en ello, han descubierto su propia rutina adaptable: lo principal es siempre estar juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de tres meses en ello, han descubierto su propia rutina adaptable: lo principal es siempre estar juntos.

Naruto dormita suavemente sobre la capa de viaje negra de Sasuke que él mismo colocó allí, dónde el pasto es más alto y está seguro resultará más cómodo para su hiperactivo compañero, y su respiración es suave y acompasada. Hay múltiples trampas bien colocadas por toda la periferia, así que Sasuke no toma mucho reparo antes de recostarse contra un árbol, mirando fijamente el rostro que se ilumina suavemente por las llamas que parecen bailar en la hoguera.

Sasuke se estira lánguidamente en su lugar, cuando la voz de Naruto se alza en un murmullo bajo y somnoliento.

— Sasuke. — Sasuke chasquea los labios en respuesta. Naruto abre los ojos lentamente y lo mira desde abajo de las pestañas doradas. Sasuke odia admitirlo, pero esa mirada siempre ha causado algo en él. Algo visceral que se acumula bajo su estómago y que nunca ha querido averiguar de qué se trata. — ¿Qué demonios haces allá? Hace frío.

Los ojos oscuros de Sasuke evitan concienzudamente los azules marino de Naruto.

Él carraspea y dice: — Dobe, somos ninjas. No sentimos frío.

La risilla que se le escapa a Naruto es dulce e infantil. Justo como él. Y hace que Sasuke mire de nuevo en su dirección, dónde ahora Naruto está apoyando sus antebrazos en el suelo para poder observar de frente a Sasuke, aunque el resto de su cuerpo sigue firmemente acostado. Naruto le sonríe con los ojos entrecerrados y todos los dientes perlados asomando por la boca de labios pintorescos. Sasuke no puede evitar sonreírle de vuelta, no es una gran sonrisa, como la de Naruto. Es más bien una mueca torcida. Muy Sasuke. Pero Naruto lo mira con dulzura cuando lo ve hacerla.

— Por supuesto que sentimos frío. ¿Acaso eres idiota? — vuelve a reír — simplemente aprendemos a tolerarlo de ser necesario.

— Por eso.

Rezonga.

—Por eso— repite tercamente, con aire juguetón— Ahora no es necesario. Puedes venir aquí y...— Naruto parece estarse quedando sin voz a medida que lo dice. El tono, además, ahora parece un poco empañado de vergüenza— dormir conmigo— Se encoge de hombros y juega con los bordes de la capa antes de mirar nuevamente bajo las pestañas a Sasuke.

Sasuke lo observa, sin saber qué hacer. Hay algo, algo que ha estado colgando entre ellos por bastante tiempo, una especie de tensión que cada vez parece ser más notoria, y que en el último tiempo se ha hecho más fuerte, haciendo que el hecho de que siempre han estado gravitando uno al rededor del otro, sea más obvio.

Como si no lo pudieran evitar.

Sasuke cree que puede tener que ver con el hecho de que de algún modo ellos están destinados. Pero también cree que es algo más...

Girasol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora