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Joohyun lloraba y una parte de ella la compadecía pero también la despreciaba por ser tan débil por una chica, por Seulgi.

Siempre pensaba en Seulgi, incluso cuando estaba ebria o cuando besaba a otras personas. Joohyun siempre piensa en Seulgi, quien la esperaba todos los días en casa y Bae la odiaba por eso.

Joohyun odiaba no sentirse mal por meterse en problemas y pecar. Hasta que un día cuando cruzaba la puerta del hogar que compartía con Seulgi escuchó débiles sollozos. Eso logró afectar el corazón de piedra de Joohyun.

La rompía y nadie se atrevía a romper el corazón de Joohyun.

Odiaba que Seulgi fuera una estúpida por su amor pero Joohyun era igual de estúpida por sentirse terrible por cada cosa mala que le hacía a Kang.

Joohyun amaba tener el control. Era manipuladora y jugaba con las personas. Le hacía sentir que todavía tenía control sobre su vida y la de otros.

Siempre negaba que estaba enamorada. Negaba que todo lo que sentía era amor.

Siempre se decía a sí misma que su corazón no latía por una chica. Por Seulgi.

Ahora ha aceptado que en realidad sí siente algo por Seulgi pero jamás viviría con eso.

Aceptar algo y vivir con ello eran dos cosas diferentes.

Joohyun finalmente había roto el lazo que la unía a Seulgi, incluso si su interior estaba sangrando y quería golpearse a sí misma por ser así, por deshacerse de todo lo que le daba color a su vida, por no estar en casa, por no estar con Seulgi. Joohyun no sabía cómo debería ser llamada, ¿una persona loca, quizá?

Seulgi estaba ahí, dispuesta a dar amor pero Joohyun no quería amor.

Joohyun sonrió pero no de felicidad. Era una sonrisa que podía matar miles de corazones.

Era realmente hermosa pero mortal. Justo como había dicho Seulgi antes, la sonrisa de Joohyun era la mejor cosa que Kang había visto y que quería ver por el resto de su vida, pero Joohyun jamás volvería a sonreír por Seulgi.

Ni ahora ni nunca.

hiraeth | seulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora