𝗛 𝗜 𝗩 𝗘 𝗥 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

Deux.

Londres, 7:06 p.m.

En una calle de Marylebone bastante escondida y un poco olvidada había un ambigú en el cuál un chico de cabellos grisáceos trabajaba hasta el cansancio como mesero. 

Amrutha era quizá el restaurante/ bar más extraño de la zona, su comida apestaba, los trabajadores ahí andaban en patines, pero lo barato y la cerveza eran algo que salvaban de la quiebra al lugar.

— Si no fuera porque me dan las mejores propinas, estaría renunciando.  — Se quejó Jimin con la chica bartender. 

— Creo que es lo que más admiro de ti — contestó risueña. — Ten, para la mesa cuatro — estiró unos buenos cocteles.

— Al menos son los chicos de siempre — el peli gris le dio un guiño a su amiga y se fue patinando.

Park Jimin había estado en Londres desde que tiene memoria, antes acompañado de su abuelo, con el paso del tiempo. Solo.

No tuvo padres que vieran por él, no tuvo hermanos con los cuáles compartir un secreto, no tuvo una familia enorme, pero eso nunca le afectó jamás, porque él nunca volteaba al pasado, ni se precipitaba al futuro, su presente era el que disfrutaba y enfrentaba con audacia. 

Intentando demostrarle a su abuelo que lograría todo lo que se propusiera y era ser el mejor bailarín, no para la escuela a la que asistía, ni para la audiencia, solo para él mismo. Jimin era el vivo ejemplo de amor propio, algo que su amiga Moon Byul-yi siempre le aplaudía con orgullo.

— Mañana irás a mi presentación, ¿verdad? — preguntó Park. 

— Claro, llegaré tan rápido como termine mi turno — contestó la peli negra — ¿debo ponerme algo muy elegante? — cuestionó — tengo miedo de ser echada como basura de tu prestigiosa Institución —.

— Lleva lo que quieras Byul — contestó Jimin con un deje de reproche. — Y por favor, si tienes que armar una revolución para que te dejen pasar, entonces hazlo — el peli gris se recargó en la barra y bebió un vaso de agua. — Royal debería entender que no todo en la vida es una apariencia, algunos maestros lo comprenden, pero los directivos, bah! Son huecos, muy huecos  — su boca formó un mohín — si supieran que vivo en un edificio a nada de derrumbarse quedarían horrorizados — bromeó Jimin. 

— ¿No has pensado mudarte? — preguntó la chica.

— Jamás — sentenció Park. — Mi viejo dedicó su vida para comprar el departamento, no pienso irme, además no hablo enserio cuando digo que el edificio se va a caer —. 

El par de amigos rieron y luego siguieron con sus labores. 

Jimin trabajaba la mitad de la tarde y una parte de madrugada, al no ser un lugar tan peligroso podía volver a su hogar con tranquilidad y descansar pocas horas para al día siguiente correr a Royal Academy, tomar sus clases siendo uno de los más destacados. Como siempre.

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Royal Academy of Music es una Academia solamente para música, investigué y hay una "extensión" de baile en Francia pero como estoy loca haré como si ambas estuvieran en Reino Unido.

Espero que les guste, ya saben que amo actualizar diario, a menos que ocurra algo y no pueda hacerlo. Lxs amo. ❅