The End

348 32 6
                                        

Ver tal obra de arte dejabo suyo le ponía los pelos de punta. Cada una de esas expresiones faciales que le demostraban que su esposo estaba disfrutando de ese acto íntimo tanto como él le hacía sentir feliz y orgulloso.

En todo ese tiempo y en todos los encuentros que tuvo con Jimin bajo las sábanas aprendió que a su menor le gusta que se lo haga fuerte. Le gusta que le susurre palabras sucias mientras saca y mete su miembro en el apretado canal que siempre lo recibe gustoso. Y YoonGi, YoonGi no es nadie, ni es capaz, de negarle nada al amor de su vida.

Si Jimin dice más rápido, él así lo hará. Si le pide un descanso, él le dejará descansar, si le pide besos, besos obtendrá. Y es que sí, esos ojitos llenos de lágrimas por todo el placer que su cuerpo experimenta lo matan de manera lenta.

Y Min está dispuesto a morir de esa manera.

Sintiendo como sus músculos se contraen al hacer más fuerza y poca importancia le da a que posiblemente el día siguiente tenga agujetas, no importa. No importa porque los dos lo disfrutan. Sí, los dos. Digamos que a YoonGi también le gusta ser dominado por su tierno Omega, tierno hasta cierto punto, puesto que en la cama Jimin no le repetirá ni le consentirá que no se acate una de sus órdenes. Si le dice sentado, sentado se pondrá.

Pero ahora, en ese preciso momento, bajo la luz de la Luna y las estrellas, YoonGi solo quiere demostrarle como lo ama, con una delicadeza colosal pero a la vez con una pasión que no se encuentra en cualquier parte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pero ahora, en ese preciso momento, bajo la luz de la Luna y las estrellas, YoonGi solo quiere demostrarle como lo ama, con una delicadeza colosal pero a la vez con una pasión que no se encuentra en cualquier parte. Porque así es su amor. Porque YoonGi ama hacer feliz a Jimin.

Sus estocadas son lentas, se toma su tiempo para hacerle recordar a Jimin de quien es. Se toma su tiempo entre estocada y estocada de besar su pálido pecho, de marcarlo, de succionar su cuello, de besar esos mofletes que son su perdición, de probar esa droga tan adictiva... De probar esos belfos rosados.

Pero no por eso es menos placentero par el Omega, quien gira los ojos y dobla los dedos de sus pies al no poder com tanto éxtasis. Cada maldita penetración toca de lleno en su próstata. Haciéndole ver más allá de todas esas estrella.

Siente su piel quemar por toda la atención, no le da tiempo a procesar la sobre estimulación que su cuerpo recibe. Se limita a dejarse amar y arañar con amor la espalda de su Alfa. Sí, es un Omega posesivo. Total, todas las marcas que su Alfa le hace no las tapará con maquillaje.

Jimin las porta orgulloso, porque da a entender que su amorcito lo tiene bien lleno de cariño. Y nunca le importaron las miradas despectivas, pero ahora menos.

Ahora puede decir que son causa de su brutal esposo.

Oh, amor mío, no muerdas esos tentativos labios...ㅡdijo a voz grave YoonGi tanteando con sus propios belfos los contrarios. Besándolo pero sin hacerlo realmente.ㅡDéjame oírte, sabes que amo hacerlo ¿si? A caso no disfrutas de esto.ㅡpreguntó a la par que hizo uno reciso movimiento que dio de lleno en el punto G de su bebé.

Your --> yoonmin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora