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En la oficina de la Hokage se encontraba toda le generación y el equipo de Guy reunidos pidiendo respuestas a la mayor que estaba al límite con su paciencia.

—¿Cómo qué se fue? —pregunta molesto el Uchiha, él quería hablar con él sobre lo que sucedió, quería intentar ayudarlo tal y como lo hizo con él.

La mujer asintió y suspiro —se fue con Jiraya a entrenar.

Kiba un poco alterado empezó —pero después de lo que sucedió...

—escuchen, seguramente creen que Naruto es la persona más sincero con respecto a sus sentimientos, pero no es así —todos se quedaron en silencio —ese intento de suicidio es la muestra de ello, nadie sabe el porqué de eso, nadie —se mordió el labio con frustración —de todas las personas que conocí, Naruto es la primera persona que conocí que escondiera bien sus sentimientos —todos agacharon la mirada, ella tenía razón.

—estuve pensando... —todos le prestaron atención —ese mismo día estábamos todos reunidos y Sakura dijo eso —todos recordaron eso con irá y la chica agachó la mirada —¿Y si nos escucho?¿Y si fue eso lo que lo detonó? —Sakura ya estaba llorando en esos momentos.

Todo se quedó en silencio tratando de procesar la deducción del chico.

—nunca lo sabremos, no saquemos más deducciones —intervino la Hokage.

—soy una persona horrible —balbuceo la pelirrosa ocultando su rostro entre sus manos.

Nadie le dijo algo para consolarla, no creían que fuera lo correcto, ya que... Es verdad, ella es una persona horrible en personalidad.

La dejaron llorando y cada uno se fue para su lado.

Cada uno se fue por su lado sumido en sus pensamientos, pero él más afectado en toda esta situación era Uchiha Sasuke.

Él fue directamente a la entrada de la aldea con las esperanzas de encontrarse con él rubio, y la suerte estuvo de su lado.

—¡Naruto!

Él rubio se detuvo en su lugar tenso, no quería verlo, no quería hablarle.

Solo quería irse y sacar todos esos malos pensamientos dentro de su mente que poco a poco destruían esa coraza que con tanto esfuerzo había construido.

—¡Se que me escuchaste!¡Detente! —le ordeno.

Tomo su hombro y lo obligó a detenerse.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto él rubio sin voltear a verlo.

Él pelinegro chasqueo la lengua un poco frustrado por su actitud, no estaba acostumbrado —respuestas y vengo a exigirte.

—no obtendrás nada de mi —le aseguró.

—¿Por qué?

Él rubio suspiro y miro el suelo —mis demonios, Sasuke. No porte más y el muro se rompió haciendo que me consuman lentamente y me llevarán a lo que hice.

—¿Por qué no me dijiste? —su voz se escuchaba gruesa tratando de tragarse el nudo que tenía en el cuello.

—es mi problema.

—¡Pues entérate que desde que me trajiste de nuevo a la aldea no es solo tu problema! —prácticamente le estaba gritando, cosa que le sorprendió al más bajo —tú mismo lo dijiste, somos amigos.

Él contrario se quedó en silencio dejando que las lágrimas se desplazaran por sus mejillas.

—y-yo...

Él pelinegro camino quedando al frente suyo y abrazándolo, cosa que hizo que su acompañante pensara que se venía el fin del mundo.

—yo aprendí a apoyarme en tí, ahora solo falta que tú lo hagas —dice suavemente Sasuke.

Naruto alzó sus brazos y rodeo el cuerpo del más alto —yo me iré.

—pues te estaré esperando.

Se separaron y se miraron a los ojos.

—de acuerdo —sonrió como él solo lo sabe hacer llenando el alma del pelinegro —vuélvete más fuerte, porque yo lo haré.

—claro, y si necesitas algo...

—lo se, gracias.

DespedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora