Ambos chicos llegaron a la casa de Asahi. Los dos llegaron empapados. Con los zapatos manchados de barro y las manos congeladas.
-- Quédate aquí, voy por unas toallas-- dijo Asahi caminando hacia el baño.
Nishinoya asintió con la cabeza y miró a su alrededor. La casa de Asahi era bastante grande.
Las paredes eran de un color naranja claro. El sofá era gris, al igual que la alfombra delante de este. Había algunas plantas en las esquinas de la habitación y una televisión colocada en medio de la sala.
Sin embargo no había ninguna foto familiar o algún cuadro en las paredes. No había ningún indicio de que Asahi viviera con alguien, incluso la atmósfera de la casa se sentía solitaria.
-- Ten-- Asahi salió del baño con dos toallas, una para él y otra para Nishinoya.
-- Gracias, ¡Asahi-San!-- Nishinoya comenzó a secarse el cabello.
-- ¿San? ¿Cómo supiste que era mayor?-- Lo miró confundido.
-- Pareces mayor que yo, ¡diría que tienes al rededor de 20 años!
-- ¡¿VEINTE?!-- Asahi lo miró decaído-- ¿T-tan viejo parezco?-- Pobre de Asahi, siempre lo confunden con un pandillero o un adulto.
-- Pareces mayor para tu edad, ¡es genial!-- Nishinoya lo miró con una sonrisa.
-- ¿G-genial?-- Un leve rubor se asomó por sus mejillas.
-- ¡Si! A mi me viven confundiendo con un niño.
-- Ya veo...-- Mostró una sonrisa tímida. Él también había pensando que Nishinoya era un niño.
Ambos se miraron. Sus miradas se entrecruzaron por un segundo, y eso fue suficiente como para que Asahi se pusiera rojo. Después de sentir como sus mejillas se calentaban desvió la mirada.
Por otro lado Nishinoya, al cruzar miradas con Asahi, sintió como su corazón empezaba a palpitar más rápido. Este sentimiento era algo que el pequeño no había sentido en un tiempo. Era cálido y reconfortante, como un abrazo al alma.
-- Hey, ¡Asahi-San!-- Nishinoya rompió el silencio.
-- ¿S-si?-- El más alto se sorprendió. No sé había dado cuenta de lo callado que estaba el ambiente--
-- Yo t- -- Cuando estaba a punto de terminar su oración el gigante de pelo largo lo interrumpió--
-- ¿Estás incómodo? ¿Tienes sed? ¿O hambre? ¿O..?-- Asahi volvió con el interrogatorio, al parecer era una costumbre suya. A Nishinoya le pareció tierno.
-- ¡ASAHI-SAN TRANQUILO!-- Gritó Nishinoya.
Asahi se detuvo en seco. Tapó su boca y miró al más pequeño.
-- Lo siento...--
-- ¡No te disculpes por pequeñeces!-- Nishinoya lo miró directamente a los ojos.
Sus miradas volvieron a cruzarse y Nishinoya volvió a sentir como su corazón golpeaba contra su pecho. Por su mente pasó una idea tonta. Pensó en retar a Asahi a un duelo de miradas solo para poder seguir viendo sus hermosos ojos, como dije es una idea tonta. Ni siquiera lo propuso.
-- Asahi-San-- Dijo sin apartar la vista de sus ojos-- Tu, ¿vives solo?
La pregunta vino de la nada. Matando el ambiente totalmente.
-- ¿Eh?-- El cambio de ambiente dejó atónito a Asahi, por lo tanto tuvo que pensar la pregunta-- ¡Ah! No, no. No vivo solo.
-- ¿Enserio?-- Nishinoya miró a su al rededor-- No parece-- No intentaba ser rudo, solo estaba curioso. Aún así para Asahi fue como un balde de agua fría.
-- Bueno si, digo no. Lo que quiero decir es..-- Asahi se había puesto muy nervioso. No podía formular bien sus oraciones, era como si no supiera hablar.
Suspiró y dijo.
-- No vivo solo, pero mis padres siempre están lejos por cosas del trabajo... Me las intento arreglar solo, aunque veo que no está funcionando-- Asahi frotó su nuca con su mano derecha, estaba avergonzado.
-- ¿Eh? ¡claro que funciona!-- Él más bajo comenzó a caminar por la casa-- Todo está muy ordenado, ¡es increíble!
-- ¿Realmente crees que es increíble?-- Dijo Asahi confundido.
-- Claro que sí, ¡yo no podría mantener todo este orden!
La sinceridad de Nishinoya sorprendió a Asahi. Este pensó que Nishinoya lo decía por pena, pero cambió de opinión cuando vio las expresiones y el tono de voz en el que el más bajo hablaba.
Tal vez Nishinoya lo decía enserio o eso era lo que Asahi quería creer.
. . .
Después de charlar unos minutos con Asahi, Nishinoya pudo percatarse de algunos pequeños detalles. Uno de estos, por ejemplo, es la mala costumbre que tiene su anfitrión de disculparse por pequeñeces.
También notó la tendencia que tenía Asahi de frotar su mano, cualquiera de las dos, contra su nuca cuando se sentía avergonzado. Era una costumbre bastante linda, o eso pensó Nishinoya.
La conversación iba bastante bien, Nishinoya preguntaba y Asahi contestaba (algunas veces era al revés, aunque al más alto le daba vergüenza preguntar tantas cosas).
A pesar de lo bien que estaba yendo la charla, Asahi, recordó para que había traído a Nishinoya a su casa. ¡Se había olvidado por completo de llamar a los padres del otro chico!
-- ¡Dios!, ¡Olvide llamar a tus padres!-- Asahi se acercó al teléfono de línea-- ¿Cuál es su número?
-- ¿Él número de mis padres?-- Dijo Nishinoya.
El corazón del más bajo comenzó a palpitar rápido, pero esta vez no era por un sentimiento cálido. Esta vez se sentía nervioso, inquieto.
Se sentía asustado.
-- Yo..No lo sé..- Nishinoya miró al más alto consternado -- ¡No recuerdo nada más, además de haber despertado en medio del bosque!
-- Entonces llamemos a la policía, tal vez ellos puedan hacer que te reencuentres con tus pa- .
-- ¡NO!-- El grito de Nishinoya dejó en shock a Asahi.
-- Incluso aunque no recuerde como llegué al bosque o no recuerde donde es mi hogar, no quiero volver-- Este miró decidido a Asahi.
El más alto estaba confundido. No entendía por qué Nishinoya no quería volver a su hogar, pero era una decisión de él y no suya. No se podía entrometer (o no quería hacerlo)
Asahi comenzó a pensar en qué podía hacer para ayudar a Nishinoya. Ya que, a pesar de conocerlo esa misma noche, no le gustaba mucho la idea de que se quedara en medio del bosque.
¿Qué podía hacer?
De pronto una idea pasó por su cabeza.
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El chico del bosque
RomanceAsahi Azumane es un chico que cursa el segundo año en la preparatoria Karasuno. También es la estrella del equipo de volleyball masculino, a pesar de tener este título, Asahi, sigue siendo muy inseguro y tímido. Una noche, volviendo de su práctica...