En medio del bosque.

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En la preparatoria Karasuno, se encontraba un chico de 16 años cursando el segundo año. Este solía llevar su pelo atado y estaba dejando crecer su barba. Sus ojos eran color marrón claro. Su piel parecía tener un ligero bronceado. No solía salir muy seguido, no tenía amigos y mucho menos novia, ¿con quién iba a salir? Estas preguntas solían aparecer en su mente. Estas preguntas lo estresaban. Estresaban a Asahi Azumane.

-- ¡Asahi!-- La voz de su compañero de clase lo sacó de su trance-- ¿Escuchaste lo que dije?

-- ...-- "¡Claro que si!" Era una pequeña mentira, pero a Asahi no se le daba bien mentir.

-- Presiento que eso es un no, ¿estoy en lo cierto?-- El chico de pelo grisáceo se cruzó de brazos y levantó una ceja.

-- Lo siento suga-- Suspiró y lo miró a los ojos-- Estaba pensando en otras cosas, ¿Que decías?-- Una sonrisa nerviosa se mostró en su rostro.

-- Te estaba hablando sobre la práctica de hoy, ¡no te atrevas a no ir!-- Sugawara pudo notar como la vista de su compañero estaba puesta sobre un grupo de chicos-- Hey, Asahi, ¿Estás pensando que no tienes amigos?

-- ¿C-como lo supiste?-- Dijo Asahi con un tono de sorpresa (y algo de miedo).

-- Te conozco-- Levantó su mano y la cerró convirtiéndola en un puño. Luego dejó caer su mano sobre la cabeza de Asahi dándole un golpe bastante fuerte-- ¡¡Nada de tristeza!!

-- ¡Auch!-- Puso sus manos sobre el moretón de su cabeza-- ¡¿P-por qué hiciste eso?!-- Asahi se preguntó de dónde había sacado tanto fuerza.

-- ¡Es para que dejes de estar deprimido!-- Sugawara se sentó sobre el escritorio de Asahi-- Además, no es como si no tuvieras amigos, ¡¡Los tienes!!-- El chico del lunar parecía echar humo.

-- ¿L-los tengo?-- Preguntó Asahi viéndolo como un cachorro confundido. Lo único que cambiaba era que Asahi era un chico de 1,84 cm, que parecía un criminal y que de alguna forma lograba ser tierno con esa mirada.

-- ¡CLARO QUE LOS TIENES!-- Dijo Sugawara muy molesto-- DAICHI, TANAKA, ENNOSHITA, KINOSHITA, NARITA Y YO SOMOS TUS AMIGOS. INCLUSO KIYOKO.

-- Creí que solo éramos compañeros de equipo-- Un escalofrío pasó por su espalda al ver lo molesto que estaba Sugawara-- ¡P-pero gracias por estar conmigo!-- Cubrió su cabeza por las dudas.

-- ¡No lo vuelvas a olvidar!-- Su mueca de enojó pasó a ser una sonrisa-- Porque aunque lo olvides, ¡voy a volver a recordartelo!-- Cerró sus ojos y se apuntó con su pulgar.

-- Gracias, Suga-- El gigante sonrió.

-- ¿Gracias? Ahora vas a tener que compartir parte de tu almuerzo conmigo-- Soltó una pequeña risa, se bajó del escritorio y se dirigió a la puerta del salón de clase-- Y que no se te olvide, ¡hoy hay práctica!-- Luego de esas palabras se fue por la puerta.

La practica pasó normal, nada fuera de lo común.

Pronto llegó la hora de irse. Asahi optó por volver solo a casa, la verdad no quería ir con los demás. Sabía que Daichi y Sugawara querían tiempo a solas, así que ni se molestó en seguirles el paso. Pensó en ir con los de primer año, pero sabía que su presencia iba a provocar un ambiente incómodo.

Asahi suspiró. Fue un suspiro pesado. Un suspiro exhausto. Fue como si con ese suspiro hubiese dejado ir todo el estrés y las malas vibras de su cuerpo.

-- El cielo está despejado-- Levantó la cabeza y miro al cielo-- Puedo ver todas las estrellas, es hermoso.

Pronto se dio cuenta de que se había desviado de su camino. Asahi es muy despitado. Incluso se sorprende de no haber muerto por cruzar mal la calle.

-- ¡¿M-ME PERDÍ?!-- Asahi se encontraba en medio de un camino dentro del bosque.

Pronto escuchó pasos y el rebote de una pelota. ¿Quién estaría jugando a estas horas? Más importante aún, ¿por qué jugaría en medio del bosque?.

-- ¿H-hay alguien ahí?-- Se sintió como un idiota al preguntar eso, pero, ¿qué más podía hacer?

-- ¿Mmh?-- Contestó una voz.

Asahi se acercó a la zona de donde provenía el sonido.

Al llegar pudo ver a un chico bastante bajo. Este tenía una campera de color marrón opaco. Ojos de color canela. Un cabello en forma puntiaguda, marron, con un mechón rubio y una piel demasiado pálida. Asahi pensó que era hermoso.

-- ¡WOW! ¡ERES MUY ALTO!-- El chico saltó de la emoción-- ¿Prácticas algún deporte? Yo si, ¡¡vóleibol!!-- El chico mostró su pelota con orgullo.

-- Y-yo-- El gigante estaba nervioso. Muy nervioso.

-- Hey, hey, ¿cuál es tu nombre?-- El pequeño lo miró con un gran brillo en los ojos-- ¡Mi nombre es Nishinoya Yuu! El guardián de la cancha-- Se señaló con el dedo orgulloso.

-- M-mi nombre es A-asahi Azumane-- ¿Pero que había hecho? ¡¡le había dicho su nombre a un desconocido!!-- De todas formas, ¿qué es lo que haces en el bosque a estas horas de la noche? ¿No te asusta? ¡¿Donde están tus padres o amigos o alguien?!

Su aspecto daba miedo, pero eso no quitaba lo miedoso que era.

-- JAJA-- Nishinoya soltó una carcajada-- Vengo aquí todos los días, ¡Nunca me pasó nada, tengo mucha buena suerte!

Luego de esa frase comenzó a llover. Ambos se miraron extrañados, al parecer el cielo se llenó de nubes en ese lapzo de tiempo en donde estuvieron hablando.

-- Al parecer no tengo tanta suerte-- Nisihinoya soltó una carcajada luego de esa frase.

-- ¡Es mejor que vayas a tu casa!-- Los nervios de Asahi se notaban desde 200 kilómetros.

-- ¿Casa? Ah... Esto es un poco incómodo, pero me perdí hace unos días... Jaja--

-- ¡¿CÓMO?!--

-- Si, pero no importa-- Su pelo empezó a "desarmarse", con esto me refiero a que volvió a su forma original-- ¡¡Puedo arreglarmelas solo!!

Asahi lo miró. Miró el cielo. Se sacó la campera y cubrió la cabeza del más pequeño.

-- Ni hablar. Ven conmigo-- Le extendió la mano-- Vamos a mi casa y luego vamos a contactar con tus padres-- Ni Asahi creía el cambio de actitud que había tenido. Fue un cambio muy repentino.

Nishinoya tomó su mano y asintió.

¿Qué va a pasar con estos dos adolescentes? Solo el destino lo sabe.

El chico del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora