11- Noche larga (parte1)

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El olor de Alain es irresistible. Digo su olor porque a el ya me he resistido.

Su aliento fresco sabor a menta. De su cuerpo emana un rico perfume, fuerte pero a la vez dulce.

Que rica tentación es este hombre para mi.

Odiarlo pero al mismo tiempo quererlo dentro de mi.

He estado luchando todo este tiempo para no caer, para no verme idiota, para no ser la típica chica que no puede decirle no. Pero las sensaciones que he sentido al estar tan cerca de el, sobre todo lo que he acumulado junto a este momento, está haciendo que me deje llevar.

Los labios de Alain, su piel tan suave, cada movimiento de sus manos. Estoy sintiendo mucho en este momento. Pero al mismo tiempo recuerdo como me trató, aún no entiendo, si el es tan egocéntrico, ¿Qué hacía en mi casa con esas flores y por qué reaccionó de esa manera?

Lo de las flores aún no lo comprendo, y su comportamiento, entiendo que es despreciable pero fue triplemente malvado. Esas palabras, su mirada, sus gestos, siguen en mi mente y me detienen siempre que quiero que algo más pase.

Alain empieza a besar mi cuello, ese roce de sus labios me eriza la piel y recuerdo que es mi punto débil. Siento como mis piernas se debilitan, siento mi vagina palpitar. Una mano acaricia mi rostro y la otra aprieta mi trasero, yo sólo estoy abrazada a el como imán, como si no quisiera soltarlo nunca.

Se separa de repente y me mira a los ojos, sin decir nada, me carga y me acuesta en un sofá grande color negro, de tela muy suave por cierto.

Se para delante de mi y mis ojos van directo a su erección. Aún tiene toda su ropa puesta pero mis ojos lo desnudan con la mirada.

Se inclina y mi corazón salta. Trato de tragarme los nervios.

Se acerca aún más subiendo mi vestido y deslizándome las bragas, dejándome media expuesta. No puedo negar, siento un poco de vergüenza al verlo observar mi intimidad.

Abre mis piernas y muerdo mis labios, y de repente pasa su lengua suavemente. Sólo ese roce me causa un deseo enorme de tenerlo dentro de mi. Pero se aleja y termina de quitarme el vestido, ahora si, dejándome expuesta por completo. Lo veo morder su labio inferior sensualmente.

Me levanto e intento desabrochar su camisa, pero me agarra de las muñecas deteniéndome al instante.

¡Que bruto!

Me abraza acostándome en el sofá, nuevamente y se queda mirándome fijo.

—¿Solo me mirarás ahora? —pregunto en voz baja un poco desconcertada al verlo no hacer nada. Pero el simplemente se queda ahí mirándome con una sonrisa ladeada. —¿es enserio, Alain?—Intento levantarle pero rápidamente me detiene mirándome fijamente a los ojos. 

Empieza a quitarse la camisa, no se si son los tragos pero veo todo en cámara lenta. Se queda aun con el pantalón puesto y eso me enoja, es como si se quisiera cobrar las veces que lo dejé caliente. 

Me levanta y se sienta a mi lado, toma mi mano y empieza a pasarla por todo su definido cuerpo. 

Se siente bien. 

Besa mi cuello lentamente y a este punto creo ya que tendré yo misma que masturbarme al no aguantar el placer. Mientras me caliento, Alain acerca su boca y me susurra—recuerdas las veces que me dejaste duro—siento que abre su pantalón y pone mi mano en su erección mientas la mueve lentamente —¿por qué tienes que ser así, por que no te dejas llevar?—pregunta entre jadeos. 

 —Porque no seré una mas de tu lista —contesto algo enojada. 

—Nadie ha dicho que serás una mas —replica. 

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⏰ Última actualización: Mar 10, 2021 ⏰

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