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Se llevó el sobre y lo depositó en su mochila, lo abriría en su hogar cuando no estuviera nadie observándolo.

Se fue de allí a su aula, las clases ya empezarían.

Por fin era el final de la jornada escolar, se encontraba en la salida esperando a que todos salieran

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Por fin era el final de la jornada escolar, se encontraba en la salida esperando a que todos salieran.

Quería ver a Grumpy antes de irse a su hogar a leer la carta de este, para su sorpresa Grumpy nunca salió. Se preocupó por ese pequeño detalle y decidió ir a buscarlo.

Se adentró a aquel lugar de nuevo y empezó su busquedad para encontrar a Grumpy. Buscó por la secretaria, los baños, las aulas, el estudio, la biblioteca, el salón de proyección, la enfermería , más no lo encontró.

El único lugar al que le faltaba buscar era el patio trasero, tenía la esperanza que allí estaría.

El único lugar al que le faltaba buscar era el patio trasero, tenía la esperanza que allí estaría

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En cuanto llegó al lugar empezó a escuchar una risa proveniente cerca del jardín del lugar.

Fue allí a pasó acelerado, quería encontrar a Grumpy, si no lo encontraba el. No lo encontraba nadie.

Cuando llegó al lugar, vió una escena buena a sus ojos. Hay estaba Grumpy jugando con un gato de pelaje blanco con manchas negras en algunas partes de su cuerpo en su pelaje.

Al parecer le había dado de comer dado que se podía observar una lata de alimento para gatos junto a un carro de leche pequeño con una tacita de tamaño mediano.

No sabía que Grumpy le daba de comer a el gato. Le pareció un acto de caridad y amabilidad, tal vez Grumpy dentro de el escondía una gran persona. Claro, a pesar de ser gruñón

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