cartas

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Giró su mirada para ver quién era la persona que lo acompañaba, al girarla se encontró con Funshine; quien traía en su mano un pan y dos cajas de leche.

Se alejo un poco de el por la cercanía y se dispuso a preguntarle que hacía allí.

– ¿ Que haces aquí Funshine ?- le preguntó al contrario esperando una respuesta-

– quería compartir contigo - le respondió sonriente mientras colocaba su brazos detrás de su nuca para apoyarla en ellos-

– ya veo, pero como verás. No necesito compañia - le contestó para que se fuera y lo dejara solo-

– claro, ¿ Y ese anillo ?

De inmediato todos sus instintos se activaron, como carajos le iba a contestar a Funshine sobre el anillo.

Se quedó un rato procesando hasta que decidió decirle de una manera tranquila.

– me lo pasaron - lo dijo de la manera más neutral que podía, no quería que se percatarse que estaba nervioso o algo por el estilo-

– y, se puede saber quién - hay fue cuando se dió cuenta que no era bueno para evadir el tema-

–un anónimo, ya

– un anónimo, ya veo. ¿ Y te gusto el anillo del "anónimo" - lo dijo haciendo un entre comillas con sus dedos en la palabra anónimo-

– no se, nunca me dieron un anillo; supongo que está bien - respondió neutral-

– ya veo, oye Grumpy ¿ Quieres leche ? - le preguntó al chico ofreciéndole con su mano una de las cajas de cartón-

– claro....

Aún estaban sentados, Grumpy tomando el contenido del cartón mientras que Funshine le hablaba de todo tipo de cosas .

En un momento Funshine observó la comisura de lo labios de Grumpy, tenían rastro de leche que a su parecer se le hacía un detalle lindo.

– hey Grumpy, tiene leche en tus labios

De inmediato con sus dedos limpio el resto de leche, para después pasar su lengua por sus labios para limpiar el sobrante.

Funshine lo miraba detenidamente, todo lo que hacía, lo observaba. Veía todo lo que su contrario realizaba cada día.

Intento no imaginarse escenarios obcensos donde profanaba de manera agresiva y amorosa a Grumpy, no era un secreto para el que ya hace un tiempo había empezado a sentir cierta emoción por Grumpy.

Cuando se dió cuenta de sus sentimientos, empezó a mandarle cartas y aunque fueran muy pocas las que llevaba hasta ahora, siempre intentaba hacerle una cada día .

La campana comenzó a sonar dando a entender a los estudiantes que ya era hora de volver a sus respectivos salones.

– ya tengo que volver, nos vemos Grumpy

– nos vemos Funshine

Se despidieron y Funshine se fue a su salón, estaba en diferentes clases por lo que no se veían a diario.

Grumpy agradecía eso, por el simple hecho que Funshine cuando tenía la oportunidad lo penetreba con su mirada neutral, que de cierto modo a veces le daba miedo.