Capitulo 2, Llegada de Genaro

12 2 2
                                    

La vida era rutinaria por ese entonces en Hermosillo, la capital de Sonora era pequeña, pero con una floreciente economía que ayudaba a mantener el estilo de vid opulento de la clase alta, en esa ciudad era una especie de utopía, todos sus ciudadanos contaban con vivienda propia y hasta los que tenían trabajos de medio tiempo ganaban muy bien, era sabido en todo el estado que el salario mínimo en la ciudad era de 60 pesos, la gente sin embargo no viajaban hasta Hermosillo porque en el norte habían muchos bandoleros, juaristas y indios rebeldes que no se tentarían el corazón en dispararle a una caravana de personas aunque estas tuvieran niños, este miedo tenia a las personas dentro de sus ciudades, por esto casi nadie emigraba a Hermosillo; por entonces la ciudad contaba con una población de 200 personas, la gente era trabajadora y amigable, los negocios mas prósperos eran la Hacienda Tierra de Corazón, propiedad de don Arnoldo Agüero y su esposa Eduviges Fajardo de Agüero y la tienda de don Sebastián, don Sebastián últimamente por sus problemas de salud tuvo que abandonar indefinidamente la ciudad, así que le vendió a un primo suyo su tiendilla y le presto la casa que tenía, hizo sus maletas y tras una gran fiesta (y con un insoportable dolor de cabeza) tomo el tren a su destino Cuernavaca, Iturbide; dos semanas después de su partida, apareció en Hermosillo un extraño hombre, era alto y algo gordo, tenia un gran bigote blanco y un cabello casi del mismo color (aunque ciertos mechones se aferraron a sus colores de antaño, no pasaba de 60 o 70 años, este viajaba con otras dos personas, una mujer de pelos aun negros pero que era a simple vista una señora de respetable edad y una pequeña niña, estos entraron a la casa de don Sebastián y empezaron a laborar en la tienda, en los primeros días la gente comenzó a comentar los típicos chismes

--la niña es hija de otra—

--la señora de seguro es bruja—

--él es un bebedor—

Pero pronto la gente se llevó una sorpresa, pronto, ciertas personas se dieron el lujo de conocerlos mas a fondo y darles a la población una mejor descripción de los personajes; el viejo se llamaba Genaro Martínez, era nacido en Puerto Vallarta, Autlán, pero vivió y se crio en la capital, tenia 60 años y era bonachón y dicharachero, la señora era su esposa Julia Montes de Oca de Martínez, nacida en un pueblo perdido a mitad de Tabasco, tenia 58 años y llevaba 42 años de casada, la niña se llamaba Adelaida, tenia 5 años, su madre se caso con un francés, pero fallecieron y esta niña no tenia mas familia que sus dos abuelos maternos, Genaro se gano en poco mas de dos meses el cariño y respeto de toda la ciudad, su esposa (muy dada a cocinar y hablar) compro la vieja pulquería de don Romualdo, que muerto a sus 71 hace 23 años nadie la adquirió, y ella la convirtió en un pequeño restaurante (aunque fonda seria mas apropiado) y se volvió el sitio predilecto de toda persona que disfrutara de buena comida y buenas platicas, nada raro era que Arnoldo Agüero y el Marques de Hermosillo aparecieran de vez en cuando en el local comiendo unas buenas campechanas, chiles toreados y como no pozole, también era común ver a la hija del Marques ayudando a cocinar en la fonda y a juan ayudando a Genaro en su tienda.

Juan, sin padre vio en Genaro esa figura paterna que había perdido hace mas de 15 años, él y Genaro hablaban mucho de su pasado, juan apenas recordaba cosas, el recordaba que una noche salieron huyendo de Meoqui y llegaron a Hermosillo, escucho a su madre hablar con su abuela Apolonia (que murió hace 6 años) y escuchando se entero de la muerte de su padre, pero no escucho el porqué, gracias a los sacrificios de su madre logro estudiar la primaria y sabia leer y escribir, pero le costaba la matemática y otras cosas.

Genaro por su parte, estudio primaria y secundaria, contaba también que el vio la llegada del emperador en 1864 y que en 1866 entro al ejercito imperial, dijo que combatió en todo México y que era un coronel consagrado, también contaba que en 1871 fue escolta del emperador durante una gira por todo el país, pero conto que en 1894, fue enviado a Mapimi a combatir una célula rebelde, pero al llegar vio como un pequeño grupo atacaba sin piedad su caravana, lo tomaron a el y a su mujer y los amarraron, luego sacaron a sus dos hijas, un juarista se acerco y las vio de cerca y grito al ver a la mayor

--amarren a esta, ya está mayorcita—

Pero al ver a la menor, de apenas 11 años la aparto, subió aun atados a su esposa y a su hija mayor a una carreta y las envió a Nuevo León, luego amarro a Genaro a un poste y desnudo, violo y degolló a su hija frente a él, fue tan cruel en dejar que su sangre chorreara a su padre, luego de esto Genaro dejo el ejército y nadie hablaba de eso en su casa, este no se lo decía a nadie y nunca lo contaba, siempre decía que se retiró del ejército por lo cansado que estaba.

Historias de Un ImperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora