El mundo era una mierda, más con aquellos que eran más débiles.
La lápida que posaba en aquel lugar se sentía tan solitaria, la única presencia en ese lugar era un joven de mirada carmesí, parado delante de esta con una expresión serena e imperturbable, perdido en sus pensamientos, soltando un suspiro, no de tristeza, si no de frustración.
El mundo era una mierda, y había que adaptarse a él... O morir.
Posó con delicadez la flor en aquella tumba, una bella cala hacía contraste con aquella fría tumba. Con las manos en los bolsillos se retiró de aquel cementerio en completo silencio.
Aquel mundo era reinado por jerarquías, el más fuerte mandaba sobre los débiles, y la sociedad así lo permitía. Si nacías como Alfa tenías el éxito y respeto casi asegurado, si nacías como Beta pasabas desapercibido, podías hacer vida normal, pero la desgracia llegaba a aquel que tenía la desgracia de nacer como Omega.
No solo el cuerpo y la naturaleza de este era un contra, principalmente los celos, si no él mundo y la sociedad la cual le daba la espalda a estos solo por ser lo que eran. Trata de omegas, violaciones, violencia doméstica y más casos donde aquellos pobres omegas no tenían el apoyo de casi nadie.
Pocos podían presumir felicidad, y muchos era simplemente conformismo. La mayoría de los casos terminaba en suicidio.
Como él chico que reposaba bajo tierra en aquel cementerio, anteriormente un cliente suyo.
Como psicólogo era frustrante ver todo aquello, no poder realmente ayudar, pero simplemente no tenía él poder, y aquel pequeño omega que trató desesperadamente buscar su ayuda, con su familia dándole la espalda y haber sufrido una violación...
Por mórbido que sonase, no le sorprendió que acabara en suicidio.
Tampoco se sorprendió al no ver que nadie había ido a despedirse de aquel joven, siendo el él único en presenciar ese entierro.
Miró al cielo, él aroma húmedo y aquellas nubes oscuras daban el aviso de que la lluvia se acercaba.
Que escenario más dramático e ideal ¿No?
...
La silueta de ocho personas lo rodeaban, no podía verles el rostro, todo se veía tan borroso, tan distorsionado e irreal.
No otra vez...
-¡Otra vez no! ¡No voy a aceptar dioses! – Reto a la nada, ninguna de las personas que lo rodeaba reaccionó ante su grito - ¡No soy un maldito héroe! – Al gritar esto, la tierra se abrió bajo sus pies, cayendo por un negro infinito, incapaz de gritar, incapaz de poder verle un final a su caída, hasta que...
-¡Ostia puta! – Cayo de su cama mientras su respiración era irregular. Había sido otra pesadilla, aunque sabía que no era tan simple como un mal sueño.
Aquel mundo, mucho tiempo antes, se presumía de la existencia de unos dioses, seres omnipresentes que velaban por sus creaciones, sin embargo, poco a poco los creyentes fueron decayendo ante la decadencia del mundo y su crueldad ¿Quién podía culparlos? Todos eran conscientes de la mierda de mundo en el que estaban, algunos se mantenían fieles, aferrándose a algo para aliviar los males.
Pero ellos, como mundo y sociedad, estaban apartados de cualquier mano de dios, "No hay nada" Muchos afirmaban en tiempos modernos, y él, Auron, era uno de ellos, hasta que se comunicaron atreves de sueños de una profecía.
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El Cambio [Karmaland Omegaverse]
FanfictionEl mundo era una mierda, mas con aquellos que eran más débiles. Era algo que todo el mundo sabía, todos sin importar la casta tenía en claro la mierda de civilización en la que vivía, pero pocos salían a tratar de cambiarlo, después de todo, era más...