Las Brujas Nos Persiguen - (Samaju y Albalia)

Cap 2

El dia seguinte

Mi hermana me había contado su plan, su sueño como el mío siempre había sido explorar el mundo, y aunque iba a extrañar a mamá y papá, no podía vivir en una mentira.
Después de la reunión con los señores López, íbamos a salir corriendo, según nuestro padre, durante ese tiempo estarían hablando, íbamos a pasar un rato con el futuro prometido de mi hermana, íbamos a pedir ir al baño y escapar por la ventana, que era grande, tendríamos que correr después, al otro lado del pequeño lago, Sam nos encontraría allí, después de eso seríamos libres, y nuestro próximo destino sería el bosque de los sugar valley, donde encontraríamos la antigua casa de Milady Sophya, tía de una amiga de Sam, que ya falleció.

- señoras, su padre las espera en la puerta principal

- Ya vamos Celia, un minuto - Estaba terminando de peinarme cuando veo que nuestra ventana se abre, entra una Samantha que ni se da cuenta de mi presencia, va directo al encuentro con mi hermana, sus labios se tocan y yo las miro, yo al ver eso debería de ser extraño para mí, pero no lo era, de hecho me dio una buena sensación. - Buenas tardes señorita Samantha, encantada de verla a usted también, oh sí, estoy bien y usted? Muchas gracias por su amabilidad

- eh... Mil perdones señora A-

- señora nada, estaba besando a mi hermana en nuestra habitación, lo que menos quiero son trámites, bienvenida a la familia, Gilabert - Veo el sonrojo en ambos rostros, la verdad es que ninguna de ellas estaban acostumbradas a eso, y siendo sincera, me da ternura ver-las tan así, como niñas que estan haciendo alguna travesura.

- está bien, Alba futura cuñada - se rió y se dejó mostrar la niña divertida que era bajo esos uniformes, y su mano seguía sosteniendo la de Anaju, un gesto que no me paso desapercibido

- ¿nerviosas? - preguntó la morena, porque estaba, aterrorizada era la palabra adecuada para lo que sentía

- Para nada, me siento libre por primera vez, simplemente lo unico que no voy a soportar va ser esa melaza durante el viaje

- relájate cuñada, si quieres, tu apuesto príncipe puede venir con nosotras

- Ya veo que voy a perder a mi hermana y a mi eh.... - aunque estábamos enamoradas, no sabía como referirme a ella - mi rubia

Ambas estaban contentas con el respectivo apodo y yo me alegré de no haber cambiado mis piernas por brazos.
Escuchamos un paso y mi rubia se vio obligada a salir de la habitación, no sin antes darme un suave beso y dejarme con una sonrisa de vértigo en los labios.

El viaje de 30 minutos duró una eternidad y en lo único que podía pensar era en el plan, imaginar que me iría de esa casa me hacía sentir viva, estaba feliz y más feliz de que mi hermana viniera conmigo.
Bajamos del carruaje y fuimos recibidos de la manera más formal y aburrida posible, no podía soportar más todas esas cosas y formalidades, inclinarme, sonreír, saludar así, gracias por todo, yo no era parte de este mundo.
Me presentaron a mi prometido, no voy a mentir, el no era malo, pero no sabía por qué mi corazón no se encendía.
Nos dimos un rápido asentimiento y él me dio un beso en la mano, lo que me irritó.

Durante el desayuno, todo lo que se escuchaba era de negocios, por supuesto toda la conversación era dirigida por los hombres de la casa, Carlos tenía un hermano llamado Nick, quien estaría prometido a mi hermana en unos años.
Pasaron unas horas y finalmente fuimos a ver la casa con los dos chicos, no teníamos idea de Nick, pero no podíamos hacer nada al respecto.

- con permiso de la palabra Carlos - dije yo a este señor que no paraba de hablar ni un segundo - donde queda el toilet?

- segunda puerta a la derecha